Los más probable es que se logre la aprobación de otro proyecto de financiamiento temporal en el Congreso liderado por los republicanos antes del plazo del viernes, según analistas políticos.
Washington. Acusaciones cruzadas este martes entre los partidos sobre la política de inmigración dejó al Congreso estadounidense y la Casa Blanca cerca de una posible paralización de las actividades del Gobierno federal a fines de esta semana, aunque Wall Street tiene esperanzas de que se llegue a un acuerdo para evitarla.
Los más probable es que se logre la aprobación de otro proyecto de financiamiento temporal en el Congreso liderado por los republicanos antes del plazo del viernes, según analistas políticos, aunque reconociendo que el clima de negociación entre republicanos y demócratas se ha vuelto cada vez más virulento.
Los fondos del gobierno para el actual año fiscal se agotarán la medianoche del viernes.
Mientras el presidente republicano Donald Trump y el senador demócrata Dick Durbin intercambiaban acusaciones sobre un repentino estancamiento en los diálogos para salvar de la deportación a los llamados "Dreamers" -aquellos que fueron llevados ilegalmente al país siendo niños-, los riesgos de una paralización de actividades del Gobierno fueron considerados más altos e incluso abrumadores.
"Esperamos que haya otra extensión de corto plazo" de la autoridad federal de financiamiento para evitar un cierre parcial del Gobierno y mantenerlo funcionando hasta febrero, dijo el analista Ed Mills de la firma financiera Raymond James.
Mills alertó que "es probable que esta sea una semana de política arriesgada y la posibilidad de una paralización del Gobierno es elevada. Si ocurre un cierre, no esperamos una gran reacción del mercado".
Si se aplica nuevamente una resolución temporal para extender el presupuesto, sería la cuarta vez que se toma esta medida desde que empezó el año fiscal 2018 el 1 de octubre, una señal de que Washington tiene serios problemas para aprobar la legislación sobre gastos.
El escaso margen de control republicano en el Senado implica que el partido de Trump necesitará algún apoyo demócrata para resolver la parálisis presupuestaria del Gobierno. Los demócratas han dicho que quieren un proyecto que proteja a los inmigrantes Dreamers, la mayoría jóvenes adultos hispanos.