Este 5 de junio los suizos votarán sobre esta renta básica incondicional. ¿Puede funcionar algo así? Una ONG presentó una petición, con 109.000 firmas.
La idea de una renta básica incondicional es simple: cada ciudadano recibe una cantidad de dinero fija y periódica, sin tener que trabajar por ello. Los defensores de esta idea aseguran que si las personas tienen un ingreso mínimo garantizado estarían más dispuestas a aportar a la sociedad y a hacer realidad lo que realmente quieren.
Como Christoph, uno de los primeros ganadores de la iniciativa alemana "Mi ingreso básico", que financia a través de “crowdfunding” a algunos de los solicitantes con 1.000 euros al mes, durante un año. Gracias a esto, Christoph pudo dejar su trabajo en un Call Center y ahora estudia pedagogía infantil. Desde julio de 2014 el proyecto le ha concedido una renta básica a 43 personas. Pero los promotores de una renta básica buscan que esta se conceda por un tiempo indefinido.
El debate revive en Alemania. En Alemania ha habido ya las más diferentes propuestas para introducir una renta básica incondicional. El modelo conocido como Althaus fue sugerido por el político cristianodemócrata Dieter Althaus en 2006, según el cual cada ciudadano debiera recibir mensualmente 800 euros, sin necesidad de hacer nada para recibirlos. Una propuesta basada en modelos de la Universidad de Ulm. Sin embargo, la propuesta desapareció. Demasiado grande es el temor a que la gente se retire de la vida laboral y pública una vez se les asegure este monto.
Según Ronald Blaschke, miembro de la Red Renta Básica, el modelo Althaus se entiende más como una renta básica parcial y hubiera estado a la altura de Hartz IV, el sistema de asistencia social mínima en Alemania. Algo que para Blaschke “es demasiado poco”, ya que su modelo se orienta más bien al mínimo de ingresos mensuales que define la pobreza en Alemania, o sea algo más de 1.000 euros netos. Aparte de esta suma, el Estado tendría que pagar la seguridad médica. Pero para que un Estado pueda cumplir con una obligación de semejantes dimensiones tendría que subir los impuestos fuertemente. “Todo es cuestión de redistribución”, cree Blaschke.
Varios modelos de financiación. Algunos economistas piensan diferente. Heiner Flassbeck, exsecretario de Estado del ministerio alemán Federal de Finanzas, que en 2012 escribió el libro "El camino equivocado llamado Ingreso Básico". Según Flassbeck, una renta básica le costaría al fisco el doble de lo que percibe por impuestos. Así que si en Alemania llegara a introducirse tal sistema, “el Estado tendría que triplicar el monto de los impuestos que exige actualmente”, explica Heiner Flassbeck.
Domina la incertidumbre. En otros países se están ensayando actualmente varias versiones de la renta básica. En la ciudad holandesa de Utrecht se estudian los efectos del ingreso incondicional en los receptores de ayuda social. También en Finlandia se está planeando un proyecto similar hasta 2017. Los ciudadanos de la UE tienen interés por el tema. Una encuesta realizada por la firma de mercadeo Dalia Research encontró que el 64% votaría “definitivamente” o “probablemente” por una renta básica incondicional.
Redistribución en tiempos de digitalización. Según Blaschke, “la creciente digitalización está cambiando el mundo del trabajo, por lo que el sistema trabajo - salario debe ser examinado”. Para Blaschke, "Alemania está nadando en la abundancia". Y para generar ganancias, se lanzan, una y otra vez, nuevos productos al mercado. Pero la investigación, su desarrollo y comercialización consumen la mayor parte de los costos. Blaschke advierte además que "gracias a la digitalización, podríamos vivir más tranquilamente, pero aún falta definir cómo vivir sin salario” y concluye que “necesitamos otro mecanismo de distribución de la riqueza”.