"El crecimiento de la manufactura en China aún se está desacelerando, pero el ritmo de la desaceleración se está estabilizando", dijo Qu Hongbin, economista jefe de HSBC para China, en un comunicado que acompaña al sondeo.
Pekín. La manufactura en China se contrajo por undécimo mes consecutivo en septiembre, según una encuesta del sector privado que indicó que la mayor economía del mundo sigue encaminada a un séptimo trimestre de crecimiento ralentizado.
El índice anticipado de gerentes de compras de China (PMI, por su sigla en inglés) elaborado por HSBC mostró que la actividad se estabilizó en septiembre, después de tocar un mínimo de nueve meses en agosto, con la lectura principal subiendo a 47,8 desde 47,6 el mes pasado.
Pero si bien la economía no habría empeorado en septiembre, hubo pocas señales de una rápida mejoría. En su lugar, el PMI, que entrega una primera mirada a las condiciones de septiembre para la industria china, parece apuntar a un mes en el que la baja se detuvo, pero no se revirtió.
La lectura de septiembre extiende el período más largo en que el PMI ha estado por debajo de 50 -el nivel que separa la contracción de la expansión- desde que HSBC comenzó a compilar la encuesta en el 2004.
Hubo una amplia estabilización en todos los subíndices en el estudio, dado a conocer el jueves, con la excepción de la producción, que cayó a su nivel más bajo en 10 meses.
"El crecimiento de la manufactura en China aún se está desacelerando, pero el ritmo de la desaceleración se está estabilizando", dijo Qu Hongbin, economista jefe de HSBC para China, en un comunicado que acompaña al sondeo.
"La actividad industrial sigue siendo opaca, gracias a los flujos de débiles nuevos negocios y a un proceso de eliminación de inventarios más largo a lo previsto", agregó.
"Esto está sumando más presión al mercado laboral y ha llevado a Pekín a redoblar la flexibilización de política durante las últimas semanas. Las recientes medidas de flexibilidad deberían estar funcionando para llevar a una modesta mejoría desde el cuarto trimestre en adelante", refirió.
China reveló una serie de medidas la semana pasada para ayudar a estabilizar el crecimiento de las exportaciones, incluido el pago más rápido de las devoluciones de impuestos a las exportaciones y un aumento de los préstamos a los exportadores.
Eso se sumó a una serie de aprobaciones de proyectos de infraestructura que valen más de US$150.000 millones, dos recortes previos a las tasas de interés, la flexibilización de los encajes bancarios que liberó a cerca de 1,2 billones de yuanes (US$190.000 millones) en préstamos y una serie regular de inyecciones de liquidez en los mercados monetarios.
Sin embargo, los gerentes de compras en la encuesta tenían pocos motivos para celebrar. Un subíndice que mide la producción cayó a 47,0, su nivel más bajo desde noviembre del 2011.
Después de pasar varios meses chocando justo por debajo de la marca de 50 que separa la expansión de la contracción, el índice PMI general se encuentra en un nivel raramente visto desde la crisis financiera global 2008-2009.
El estudio preliminar ofrece una mirada anticipada a los datos de septiembre, y sugiere que el crecimiento económico de China sigue siendo flojo a pesar de lo que muchos ven como una mejora en el importante sector inmobiliario.
Los precios de las viviendas en China mostraron un modesto aumento por segundo mes consecutivo en agosto, subiendo un 0,1 por ciento a partir de julio, lo que apunta a una recuperación suave en el mercado inmobiliario.
Los precios del acero alcanzaron su punto más alto en un mes el miércoles, luego de que señales de un repunte de la demanda llevó a las fábricas a reponer existencias.
Sin embargo, China está en camino para un séptimo trimestre de desaceleración del crecimiento en el tercer trimestre de este año, pese a una serie de medidas destinadas a fomentar la inversión privada, la construcción de infraestructura y evitar un nuevo acumulamiento en la deuda de los gobiernos locales.
Hasta el momento, las medidas de estímulo no han tenido el efecto deseado en la economía general, aunque la inflación comenzó a revivir en agosto, liderada por los precios de los alimentos, después de tocar un mínimo de 30 meses en julio.
Muchos economistas redujeron sus pronósticos para la segunda mayor economía del mundo tras débiles reportes de datos en julio y agosto, lo que refleja tanto vientos contrarios externos como la debilidad interna. Ahora esperan que el tercer trimestre sea el punto más bajo, con un crecimiento el año completo por debajo del 8 por ciento por primera vez desde 1999.
