La respuesta del ejecutivo para mantener el flujo ha sido subir el rendimiento que paga a los inversionistas, una herramienta que golpea a familias y empresas.
Los bonos de deuda de Costa Rica pierden atractivo en el mercado financiero. El portal LaRepública.net, destaca que desde septiembre pasado el sector público enfrenta dificultades para financiar su actividad, a través de la emisión de títulos.
La respuesta del ejecutivo para mantener el flujo ha sido subir el rendimiento que paga a los inversionistas, una herramienta que golpea a familias y empresas, porque hay un alza en las tasas de interés de los créditos comerciales.
Además de eso, otra de las razones por la que los títulos del gobierno han sido menos apetecidos por las entidades financieras ha sido el repunte del crédito al sector privado.
En los últimos dos años, las entidades financieras locales aumentaron en un 85% el dinero que han prestado al gobierno, al llegar a un acumulado de más de ¢950.000 millones (US$1.869M)
En el caso de los inversionistas privados aumentó en un 65%, entre 2009 y 2011. El Estado actualmente, sin intereses, debe a inversionistas casi ¢1 millón de millones.
En este momento el 78% de la deuda estatal es interno y las colocaciones, en su mayoría, son en colones. El restante 22% es endeudamiento externo en dólares.
Hasta octubre pasado, el acumulado de deuda del Gobierno ascendía a ¢5,2 millones de millones.
El panorama de dinero fácil para Hacienda cambió a partir del último trimestre de 2011, cuando sus títulos dejaron de ser atractivos.
“El mercado muestra escaso interés por invertir en bonos públicos, porque actualmente tiene mejores usos para la liquidez de la que dispone”, expone un análisis realizado por Aldesa.
Los bancos ahora vuelven a prestar dinero a las empresas y a las familias, y dejan de invertir en el Gobierno.
El sector público recurre al endeudamiento porque no puede financiarse únicamente con los ingresos tributarios.
Por ejemplo, el pago del bono escolar de 130 mil empleados públicos para este año, por unos ¢100 mil millones, se financió en su totalidad con títulos de deuda.
En 2012, el Gobierno tendrá que financiarse, en un 45%, a través de endeudamiento interno, con lo cual compite con las empresas por los recursos disponibles en el mercado nacional.