"El nuevo modelo económico del país contempla un mayor protagonismo del seguro en los diversos sectores de la economía (...)", dijo el viceministro de Finanzas y Precios, Alejandro Gil.
La Habana, Xinhua. Las pólizas de seguro renacieron en Cuba con la ampliación del trabajo fuera del sector estatal, como parte del profundo proceso de "actualización del modelo económico" que vive la isla en los últimos años.
"El nuevo modelo económico del país contempla un mayor protagonismo del seguro en los diversos sectores de la economía, en algunos de los cuales aún es escaso el nivel de cobertura", dijo en fecha reciente el viceministro de Finanzas y Precios, Alejandro Gil.
Hasta el momento, esas pólizas eran poco usadas en la isla, aunque tuvieron un discreto empleo en el sector agrícola que cubría pérdidas por fenómenos climáticos como huracanes, intensas lluvias o sequía.
"Aún es muy insuficiente la penetración del seguro en Cuba", dijo por su parte en un seminario internacional sobre el tema, el director general de la aseguradora estatal Empresa de Seguros Internacionales de Cuba S. A. (ESICUBA), José Carlos Meijides.
El funcionario señaló que, en la industria nacional pequeña, mediana y grande y en proyectos constructivos ejecutados por inversionistas y contratistas cubanos, "la incidencia de la protección de seguros es muy pobre".
Hasta ahora ESICUBA trabajó en la esfera estatal para "salvaguardar sus valores" ante desastres de todo tipo, pero ahora se le abre un nuevo mercado con la extensión del trabajo por cuenta propia.
El número de trabajadores privados en Cuba sigue en franco aumento y "ganan preponderancia", de acuerdo con un reciente informe del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS) de la isla.
Según el reporte, al cierre de febrero último 435.348 cubanos ejercen el trabajo por cuenta propia, o sea son "cuentapropistas", como se les denomina en la isla a quienes laboran fuera del sector estatal.
El MTSS dijo que los "trabajadores contratados" conforman el 17% de quienes trabajan en el sector privado, cuya expansión se autorizó a partir de 2010, como parte de un profundo proceso de "actualización del modelo económico", que impulsa el gobierno del presidente Raúl Castro.
En términos porcentuales, continúan en la lista los que se dedican a la elaboración y venta de alimentos, con el 13%; al transporte de carga y pasajeros, el 11%; y al arrendamiento de viviendas el 5%. La mayoría de los cuentapropistas están en las provincias de La Habana y Matanzas, en el occidente de la isla; Villa Clara, en el centro, y Camagüey, Holguín, Santiago de Cuba en el oriente, que en conjunto agrupan al 64% del total.
El informe oficial señaló que los empleos privados en el país "no son determinantes pero sí ganan preponderancia" en un país donde 5 millones de personas trabajan para el estado, el 85% de la fuerza laboral de los 11,2 millones de habitantes.
A partir de 2012, 140.000 empleos estatales fueron cerrados en una primera etapa del "reordenamiento laboral" que impulsa el presidente Castro, quien además amplió el trabajo privado a unas 180 actividades económicas.
Ese "reordenamiento" también busca modificar la estructura laboral del país, donde el mayor porcentaje de la fuerza de trabajo está ocupada en el sector de los servicios y no en la esfera productiva.
Como parte de los cambios en la estructura económica de la isla, otros 176.000 cubanos recibieron tierras estatales en usufructo para ponerlas a producir.
De acuerdo con el concepto económico que impulsa ahora el gobierno cubano, el estado debe eliminar gastos excesivos de manera urgente sin afectar los grandes beneficios sociales en salud pública y educación, que son de acceso gratuito y universal.
El número de trabajadores por cuenta propia con licencia alcanzó un máximo de 209.000 en 1996.
Sin embargo, en la medida que la economía cubana se recuperó esa cifra descendió hasta 143.000 quienes se desempeñan como mecánicos, albañiles, plomeros, taxistas y relojeros, o en giros como el alquiler de habitaciones y los restaurantes familiares.
En 1968, el gobierno encabezó una campaña de nacionalización generalizada del empleo, llamada "Ofensiva revolucionaria", que convirtió a más de 90% de los trabajadores en empleados públicos.
La ampliación del trabajo por cuenta propia en la isla, y la reducción progresiva de las abultadas plantillas del sector público, son pilares de las reformas impulsadas para superar la grave crisis que azota a Cuba desde hace décadas y que se ha profundizado en los últimos años.
Todas esas medidas fueron refrendadas en abril del pasado año por el VI Congreso del Partido Comunista con la aprobación de una "hoja de ruta" con más de 300 disposiciones sociales y económicas.