El acuerdo alcanzado ante la Justicia de Estados Unidos y la derogación de dos leyes que impiden el pago a los tenedores de bonos conocidos como "holdouts", ya cuenta con media sanción de la Cámara de Diputados.
El senado argentino inició este miércoles el debate del acuerdo alcanzado en febrero para pagar una suma multimillonaria a los acreedores de deuda en default, que sería aprobado esta noche, en un paso clave para que el país retorne a los mercados globales de capitales tras casi 15 años de ausencia.
El acuerdo alcanzado ante la Justicia de Estados Unidos y la derogación de dos leyes que impiden el pago a los tenedores de bonos conocidos como "holdouts", ya cuenta con media sanción de la Cámara de Diputados, por lo que la aprobación de los senadores daría luz verde al Gobierno para pagar la deuda acordada.
Aunque el oficialismo de centroderecha no cuenta con mayoría en el Senado, se espera el respaldo de muchos legisladores peronistas que permitirían una aprobación sencilla del acuerdo.
"Vamos con cierta tranquilidad a esta sesión", dijo el senador Alfredo Martínez, de la coalición oficialista Cambiemos, en declaraciones a Radio Nacional.
Una vez que el proyecto se convierta en ley, el Gobierno de Argentina tendrá hasta el 14 de abril para pagar a los holdouts, aunque el plazo podría postergarse porque una corte de apelaciones de Nueva York debe aprobar la operación en una sesión prevista para el 13 de abril, que podría no dejar tiempo para concretar el pago.
El Ministerio de Economía prevé emitir bonos por hasta US$11.684 millones para pagar a la totalidad de los bonistas que podrían sumarse a los acuerdos ya alcanzados.
Muchos expertos esperan que el acuerdo con los holdouts (también conocidos como "fondos buitres") permitirá a Argentina reactivar su economía y bajar la alta inflación que sufre debido a la escasez de inversiones.
Pero los detractores argumentan que los pagos a los bonistas implicarán un fuerte endeudamiento y abrirán la puerta a nuevos litigios legales por parte de quienes aceptaron años antes una reestructuración de deuda con términos menos favorables.