Los republicanos envalentonados por su victoria en las elecciones legislativas del año pasado y los demócratas del presidente Barack Obama están en desacuerdo sobre cómo reducir el déficit presupuestario que llegaría a US$1,65 billones en 2011.
Washington. El Senado de Estados Unidos rechazó dos propuestas de recorte de gastos este miércoles, un plan republicano de cerca de US$60.000 millones en reducciones y una alternativa menos drástica de los demócratas, aumentando la presión para que ambos partidos lleguen a un acuerdo.
Ambos votos fueron propuestos por los líderes legislativos como una forma de mostrar que ambos partidos ahora necesitan lograr un compromiso sobre el gasto y la reducción del déficit para el resto de este año fiscal, que finaliza el 30 de septiembre.
"Nuestra meta es dar fondos al gobierno para el resto de este año y en los próximos. Este no es una prórroga de unas pocas semanas (de financiamiento). Vamos a intentar tener un acuerdo universal", dijo el líder de la mayoría demócrata en el Senado, Harry Reid, a periodistas tras las votaciones.
Sin embargo, con las encuestas de opinión pública ambivalentes sobre el llamado a profundos recortes de gastos, los próximos pasos resultaban poco claros.
Un sondeo de Reuters/Ipsos indicó este miércoles que un 51% de los estadounidenses apoyan la reducción del gasto en defensa, y sólo un 28% quiere cortar los programas de salud Medicare y Medicaid para los ancianos y los pobres.
Los republicanos envalentonados por su victoria en las elecciones legislativas del año pasado y los demócratas del presidente Barack Obama están en desacuerdo sobre cómo reducir el déficit presupuestario, que llegaría a un máximo de US$1,65 billones este año.
Impulsados por la facción interna Tea Party, los republicanos quieren profundos recortes del gasto para este año, pero Obama ha advertido que una de las consecuencias de apretarse demasiado el cinturón puede dañar la recuperación económica.
Los negociadores enfrentan una fecha límite del 18 de marzo, cuando el actual financiamiento para los programas del gobierno expiren. Ante la falta de tiempo para trabajar en un acuerdo bipartidista para lo que resta del año, se espera que el Congreso apruebe un sexto proyecto de financiamiento para salir del paso y evitar un colapso del gobierno.
En una votación que casi respetó la división entre partidos, el Senado dominado por los demócratas rechazó 56 a 44 la propuesta de los republicanos, que también habría frenado la implementación de la ley de reforma a la salud de Obama.
Sin embargo, el plan demócrata de un recorte de US$4.700 millones sufrió peor suerte y fue rechazado por 58 a 42.
El intenso interés de Washington en el presupuesto se debe a los sucesivos años de déficits récord, que serán coronados por un estimado de US$1,65 billones para este año fiscal, , cuya estimación para este año se sitúa en torno a los US$1,65 billones, lo que sería equivalente al 10,9% de la economía estadounidense.
