El Indicador Global de la Actividad Económica, que aproxima la evolución del PIB, destaca entre los indicadores que tienden a mejorar en el corto plazo, tras un avance de 2,58% en enero, muy por arriba de 1,25% del mismo mes de un año antes.
Los estímulos monetarios de bancos centrales, el ajuste de expectativas a las futuras alzas de tasas de interés por el Sistema de la Reserva Federal de EE.UU. (Fed) y la caída de los precios del petróleo han marcado el inicio del año en la economía.
La economía estadounidense se recupera cada vez más, mientras que la de México, si bien tiene buenos registros en el inicio del 2015, no termina de acelerar y corre el riesgo de no “engancharse” a la locomotora de EE.UU., particularmente luego del recorte al gasto público.
El Indicador Global de la Actividad Económica, que aproxima la evolución del PIB, destaca entre los indicadores que tienden a mejorar en el corto plazo, tras un avance de 2,58% en enero, muy por arriba de 1,25% del mismo mes de un año antes.
Otra señal positiva es el número de asegurados al IMSS; en febrero creció 4,6%, contra 2,7% del mismo mes de un año antes.
[[wysiwyg_imageupload:5561:]]
En cambio, la Inversión Fija Bruta parece comenzar a perder fuerza, lo mismo que el Índice de Confianza del Consumidor, y otra variable que habla del mercado interno, el financiamiento vía tarjeta de crédito, se mantuvo por octavo mes consecutivo en terreno negativo.
Llaman la atención, en un tercer bloque, indicadores de importancia estratégica en la economía que profundizan su deterioro. La actividad industrial que representa 34% de la economía del país, en enero del 2015 creció 0,8% a tasa anual, menos de la mitad del crecimiento de un mes antes y por abajo de 1,3% de enero de un año antes. Los ingresos petroleros, que cubren 32% del gasto del gobierno, cayeron 43,5% en el primer mes del año y la exportación total de mercancías, que representa 30% del PIB, arrojó una caída de 2,5% en ese mes.
[[wysiwyg_imageupload:5560:]]