Lo primero es ver cuánto sabemos del mundo de las inversiones. Una vez en conocimiento de los resultados tendremos claridad respecto de nuestras fortalezas y carencias.
Sala de Inversión.com Es habitual pensar que ingresar al mundo de las finanzas, acciones y el sistema bursátil en general es muy complejo. Es cierto que no cualquiera puede hacerlo, pero tampoco hay que ser un experto para poder comenzar a invertir algunos dólares.
A continuación, presentamos una guía práctica con conceptos básicos para inversores que comienzan a dar sus primeros pasos:
1) Ver dónde estamos parados
Lo primero es ver cuánto sabemos del mundo de las inversiones. Una vez en conocimiento de los resultados tendremos claridad respecto de nuestras fortalezas y carencias y, a partir de ahí, seremos capactes de definir cómo avanzar en el mundo de las inversiones.
2) Ordenar nuestras finanzas personales y definir qué queremos
Antes de invertir debemos aprender a manejar nuestro dinero de manera eficiente, es decir, con disciplina y constancia. Entonces, resulta imprescindible hacer la cuenta de nuestro capital, ordenando ingresos frente a los gastos, y realizar el cálculo de cuánto disponemos para invertir. Una vez que tengamos nuestra “caja” de inversión, debemos pensar qué es lo que esperamos conseguir con este dinero y cómo podemos lograrlo.
3) Capacitarse
Con la voluntad de invertir parte de nuestro capital en los mercados financieros, es necesario hacer un alto importante: debemos saber cómo hacerlo. Es por eso que la capacitación es fundamental. El mercado de las inversiones globales ofrece una serie de alternativas para avanzar en la capacitación de los inversionistas individuales..
4) Conocer la comunidad
Ahora que dentro adentro del mundo de las inversiones, es necesario interiorizarnos de lo que hablan los actores de este apasionante universo. Por lo tanto, tenemos que conocer los medios donde se debaten los temas más actuales.
5) Definir qué tipo de inversionista somos
Nadie debería administrar nuestro dinero por nosotros, pero ¿cuánto tiempo estamos dispuestos a dedicarle al manejo de nuestras inversiones? La respuesta a esta pregunta es clave para definir qué tipo de inversionista somos. Si nuestro tiempo o disposición son limitados, podemos constituirnos como inversionistas pasivos: con cuatro horas mensuales que le dediquemos a nuestro portafolio podemos llevar adelante inversiones de tendencia, colocando nuestro capital en ETFs o fondos. Ahora, si queremos tomar el control, invertir en acciones y monedas y transformarnos en inversionistas activos, necesitaremos de más tiempo, alrededor de seis horas semanales.
6) Abrir una cuenta
Ya estamos casi listos para comenzar. El siguiente paso es simple pero trascendental: abrir una cuenta de un bróker online.
7) Profundizar nuestros conocimientos
Una vez que estemos operando dentro del mundo de las finanzas, es muy probable que crezca en nosotros un fuerte deseo de ir un paso más allá, ampliando nuestra “bolsa de trucos”. Para esto la profundización de conocimientos y habilidades es esencial.