Uruguay sobresale en América Latina como el país que más elevó su clase media en la última década.
Observa.com.uy Pese a la mejora constante que Uruguay ha logrado en la última década en sus indicadores sociales –que lo ubican a la cabeza respecto a la situación de sus pares de la región–, el 29% de la población es vulnerable y vive con US$4 a US$ 10 diarios, a precios de paridad de compra (PPP). Si bien implica un mejora respecto al 35,8% se encontraba en esa situación en 2004, aún no lograr superar el umbral de 26,7% que mostró el 1992. Estos datos surgen del Informe Regional sobre Desarrollo Humano para América Latina y el Caribe 2016 que este año fue titulado Progreso multidimensional: bienestar más allá del ingreso.
De acuerdo al informe de PNUD, de ese 1 millón de personas que es vulnerable económicamente, las políticas públicas orientadas a fortalecer las canasta de resiliencia ( acceso a activos -bienes, ahorro y crédito-, sistemas de cuidados, calidad laboral y protección laboral) pueden prevenir que entre 98 y 128 mil personas caigan en pobreza por ingresos.
En la franja de "pobreza moderada" (de US$ 2,5 a US$ 4 diarios), el porcentaje de población en esa situación pasó del 10,7% de 2004, al 4,9% de 2014. Acá también está por encima del 2,9% que registró ese segmento en 2009. Lo mismo ocurre con los porcentaje de pobreza "extrema" y "ultraextrema" (ver gráfica interactiva).
De acuerdo a los datos que recaba el lNE –que utiliza otra metodología–, en 1992 la pobreza en Uruguay era del 20%; saltó el 40% en 2004 y se redujo a 9,7% al cierre del año pasado. En cambio, Uruguay sobresale en América Latina y el Caribe como el país que más elevó su clase media en la última década (de US$ 10 a US$ 50 diarios), pasando de un 42,6% en 2004 a 60,3% en 2014, unas 700 mil personas más.
Crecer no alcanza. En el trabajo del PNDU se advierte para que para "proteger" los logros que han alcanzado cada uno de los países, retomar las senda de crecimiento económico "no es suficientes". En ese sentido, plantea la necesidad de extender la protección social a lo largo del ciclo de vida de las personas; ampliar los sistemas de cuidado para niños, adultos mayores y personas con discapacidad; acceso a un amplio sistema activos y financieros, y las mejoras continuas de la calidad laboral –en particular para jóvenes y mujeres– son vitales. Uno de los aspectos que destaca, son las políticas de Costarica y Uruguay, donde se ha creado un Sistema Nacional de Cuidados.
En el caso de Uruguay, del 30% de los hogares pobres por ingresos, el 21% también sufre privación de tiempo. "Cualquier política que suponga una mayor carga de tiempo para los hogares de bajos ingresos –como incremento de hogares de trabajo o del tiempo dedicado al transporte– y que no actúe sobre otros factores relacionados con la incidencia de la pobreza de tiempo probablemente no resulte exitosa", sostiene.
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En Uruguay, dos de cada tres adultos que integran hogares conformados solamente por un adulto y un niño son pobres de tiempo, porcentaje un poco más elevado que el correspondiente a los hogares en que dos adultos están a cargo de tres o más niños (los porcentajes ascienden al 65% y el 60%, respectivamente). Los hogares sin niños son aquellos donde se registran menores tasas de pobreza de tiempo.
"La medición del tiempo puede echar nueva luz sobre las privaciones que están ocultas detrás de las mediciones del ingreso de los hogares —y que se omiten en otras mediciones multidimensionales—, así como sobre su nexo con el crecimiento económico, con el universo del trabajo remunerado y no remunerado, con las políticas públicas y de bienestar", explica.
Productividad y nonis. Uno de las variables donde Uruguay sobresale respecto a sus pares de la región y el Carbie es la productividad. Con un crecimiento de 3,6% de la productividad por persona empleada y de 3,9% por hora trabajada, el país es el líder de la región en esa variable.
Solamente es seguido de cerca por Perú (3,4% y 3,7%, respectivamente), mientras que el grueso de los países muestra tasa en el eje del 2% o del 1% como tiene Argentina. No obstante, el informe advierte que el crecimiento de la productividad es "muy inferior" al que muestran economías con altas tasa de crecimiento, donde las tasas superan el 6%.
En la otra vereda, Uruguay queda mal parado en la vulnerabilidad de los pobres de 15 a 24 año que no estudian ni trabajan (nonis). El país tiene el mayor porcentaje (40,3%) de sus jóvenes pobres que vive con menos de US$ 4 por día. Asimismo, se ubica segundo (22,4%) –por detrás de Chile–, con el porcentaje de jóvenes que son vulnerables –perciben un ingreso de US$ 4 a US$ 10 diarios–.
La amenaza para 30 millones en la región. El informe del PNUD advierte que entre 25 millones y 30 millones de personas se encuentran en riesgo de caer a la pobreza en América Latina y el Caribe. El trabajo sostiene que la estrategia de "más de lo mismo" no rinde. El crecimiento económico tiene "rendimientos decrecientes" por la presencia de techos "laborales y fiscales, por lo que se hace "imperativo" adoptar un enfoque "multidimensional de acción". "Proteger los logros es el mayor reta de la coyuntura", sostiene la presentación del coordinador del informe, George Gray Molina.
La reducción de la pobreza se desaceleró luego de la crisis de 2009, y se estima que aumento acumulado cercano a 2,8 millones de personas en 2015-2016. En la última década, alrededor de 94 millones de personas se incorporan a la clase media regional. El experto sugiere que la agenda de desarrollo de cada país no expire en un umbral de ingreso.