Suecia, Dinamarca, Finlandia y Turquía fueron los nuevos inversionistas en Bogotá. Se sumaron el año pasado a compañías de 24 países que han encontrado en la capital una oportunidad de negocio.
Bogotá. Las empresas extranjeras siguen viendo en Bogotá una buena plaza para invertir y expandir sus negocios. Al menos, así lo demuestran el balance de inversión extranjera en la capital durante 2017, en el que se reportaron casos como la llegada de negocios de países que tradicionalmente no lo habían hecho.
Suecia, Dinamarca, Finlandia y Turquía fueron cuatro de los países que, a pesar de no haberse caracterizado por ser grandes inversionistas en la ciudad, el año pasado decidieron destinar recursos para abrir nuevos negocios en la capital colombiana.
La llegada de H&M a principios de año, referente de la industria textil, ratificó la visibilidad de la ciudad para los grandes jugadores mundiales y tendió un puente entre Suecia y Bogotá. La compañía sueca tiene más de 4.300 tiendas alrededor del mundo, hace parte del comercio electrónico de 35 mercados y es el primer proyecto textil sueco en la ciudad.
Anteriormente Bogotá había recibido cinco iniciativas de este país en los sectores automotriz, servicios de software y TI, bienes raíces, servicios empresariales y minería. Skanska fue la primera empresa sueca en instalarse en la ciudad en 2010, multinacional líder en construcción e industria petrolera.
Por el lado finlandés, GrandVision llegó a la ciudad en agosto y es el tercer proyecto de ese país en instalarse en la ciudad. Esta empresa líder en retail ocular cuenta con más de 6.000 tiendas en 44 países, y entró a Colombia por medio de la compra de Ópticas Lafam.
Anteriormente Nokia Siemens Network había llegado a la capital en 2008 y F-Secure en 2012, empresa de software especializada en protección de datos.
De los tres escandinavos, Dinamarca es el que mayor presencia tiene en la ciudad. En la última década ha desarrollado 17 proyectos en bienes raíces, software y TI, productos de consumo, entretenimiento, servicios financieros, industria y productos electrónicos. Una de los casos destacados es Novo Nordisk, empresa del sector saludo que lleva diez años en la capital.
A esta lista se sumó Stibo Systems en mayo, empresa dedicada a la gestión de datos maestros, que abrió en Bogotá su centro de operaciones para América Latina. La empresa cuenta con oficinas en 19 países y se ha concentrado en economías emergentes.
Otro país que fortaleció su presencia en Colombia fue Turquía, que por segunda vez llegó a Bogotá. La empresa turca fabricante de ropa Gygess se alió con el diseñador colombiano Franz Serrano para promocionar desde Bogotá la marca Surge Franz en toda América Latina. Antes de esta apuesta, en 2010, Enova Trading and Energy, empresa del sector minero, había sido la otra compañía de origen turco que se instaló en la ciudad.
Sin embargo estos no son los únicos inversores no tradicionales presentes en la ciudad. Bogotá ha puesto la mira en Asia Pacífico cuyos países viene fortaleciendo su presencia en la capital.
En 2017 China, Corea del Sur, Japón e India aumentaron sus operaciones y ya se encuentran entre los 30 países con mayor participación en la economía de la ciudad.
Con la reinversión de empresas como Huawei de China, Subaru Motor de Japón, y la llegada de las farmacéuticas indias Hetero Drugs y MSN, y el fortalecimiento de empresas ya establecidas como la japonesa Castem especializada en piezas metálicas de alta precisión, o las surcoreanas Samsung y Daewoo, los países asiáticos han ganado protagonismo en los sectores farmacéutico, software y TI, automotriz, manufacturas, productos electrónicos y comunicaciones.
En la última década Bogotá ha recibido más de 900 proyectos de inversión nueva provenientes de más 50 países, que representan US$19.700 millones y han generado 115.000 nuevos puestos de trabajo, configurándose como un motor de transformación y movilidad social para la ciudad. Solamente en 2017 la ciudad recibió alrededor de 160 proyectos con una inversión estimada de US$1.400 millones.
Tradicionalmente los emisores de IED han sido Estados Unidos, España, Francia, Reino Unido y Chile, que concentran el 57,7% de los proyectos. Pero países más exóticos como República Checa, Polonia, Israel, Sudáfrica, Tailandia y Kuwait han apostado por Bogotá en los últimos 10 años, al igual que lo hicieron Suecia, Finlandia, Dinamarca y Turquía en 2017.
“En los últimos años Bogotá ha empezado a captar la atención de países que tradicionalmente no se fijaban en la ciudad, y ha desarrollado nuevas relaciones comerciales. Esto responde a su ubicación estratégica, su alto grado de conectividad, estabilidad económica y tamaño y crecimiento de su mercado”, comenta Juan Gabriel Pérez, director ejecutivo de Invest in Bogota.
Y añade: “Si bien en 2017 quienes más invirtieron fueron Estados Unidos, España y Francia, que han sido inversionistas tradicionales, otros países como China e India cobraron protagonismo y recibimos proyectos interesantes de países con poca presencia en la ciudad como Suecia”.