En un discurso esperado por largo tiempo en el que intentó definir el futuro del país como un actor global que pretende comerciar libremente más allá de Europa, May dijo que el acuerdo final de salida será sometido a votación en el Parlamento.
Reino Unido dejará el mercado único de la Unión Europea cuando abandone el bloque continental, afirmó el martes la primera ministra británica, Theresa May, poniendo fin a las especulaciones sobre la posibilidad de que Londres pudiera buscar un "Brexit suave".
En un discurso esperado por largo tiempo en el que intentó definir el futuro del país como un actor global que pretende comerciar libremente más allá de Europa, May dijo que el acuerdo final de salida será sometido a votación en el Parlamento.
Este compromiso ayudó a revivir a la libra esterlina en los mercados cambiarios. La divisa británica, que ha cotizado en mínimos frente al dólar por más de tres décadas, repuntó durante el discurso de May, avanzando un 2,5%.
Su declaración de que Reino Unido abandonará el mercado único fue por mucho su indicación más clara hasta el momento sobre sus planes para el futuro, tras meses de críticas de que no estaba siendo suficientemente transparente.
"Quiero ser clara: lo que propondré no puede implicar la membresía del mercado único", dijo May a una audiencia compuesta por diplomáticos extranjeros y el equipo británico que negociará el "Brexit" en Londres.
"En lugar de eso buscamos el mayor acceso posible mediante un nuevo acuerdo de libre comercio amplio, osado y ambicioso. Ese acuerdo podría tomar elementos de los actuales compromisos del mercado único, en ciertas áreas", aseveró.
Su anuncio de que someterá a votación el acuerdo final sobre el "Brexit" en ambas cámaras del Parlamento llega antes de que un tribunal se pronuncie sobre si May tiene competencias para comenzar el proceso de dejar la UE sin aprobación parlamentaria.
Asimismo, indicó que tiene previsto poner en marcha el proceso de dos años de negociación a fines de marzo.
La decisión de los británicos de salir del bloque abrió un gran número de interrogantes sobre inmigración, los derechos futuros de los muchos ciudadanos europeos que ya viven en Reino Unido, si los exportadores mantendrán un acceso con arancel cero al mercado común europeo y si los bancos británicos aún podrán servir a clientes continentales.