Desde hace unos años los países BRIC ya no muestran la misma fuerza que antes, lo que ha generado numerosos informes que acreditan el pobre rendimiento del bloque.
Hasta hace poco, cuando la gente hablaba de los "mercados emergentes" se referían a las economías BRIC: Brasil, Rusia, India y China. Es innegable que estos países han cambiado el semblante de los negocios globales en los últimos 20 años. Sin embargo, desde hace unos años, los países BRIC ya no muestran la misma fuerza que antes, lo que ha generado numerosos informes que acreditan el pobre rendimiento del bloque.
Según Economic Trading, el PIB de Brasil se contrajo 1,7% en el tercer trimestre de 2015 "por debajo de las expectativas del mercado", y ha registrado un crecimiento negativo durante más de un año. El desempeño de la economía rusa fue aún peor, ya que se contrajo 4,1% respecto al año anterior. Incluso China, el motor de crecimiento aparentemente imparable, se está desacelerando. En octubre, el Wall Street Journal informó que el crecimiento económico del país se había reducido a menos del 7% por primera vez desde 2009.
Y sobre la India, un artículo de Fortune planteaba en 2015 si era "¿el BRIC solitario que no se puede pasar por alto?". Yo diría que la India tiene muchas cosas a su favor, dice el profesor Mauro Guillén de Gestión de Wharton y director del Instituto Lauder. "En la actualidad, el BRIC está creciendo más rápido y demuestra algo de impulso". Sin embargo, advierte que la India tiene "una larga lista de cosas" que necesita poner en práctica, incluidas las reformas, la apertura de la economía y la infraestructura de la inversión.
Mientras tanto, ya se puede escuchar el ruido causado por las nuevas economías que están emergiendo. En septiembre, por ejemplo, Kellogg, el peso pesado de la industria de cereales de EE.UU., anunció un acuerdo de US$450 millones con Tolaram Africa Foods para crear una línea de comida para el desayuno y aperitivos para el mercado de África Occidental. Para Johan Burger, director del Centro de Estudios Africanos NTU-SBF, de la Nanyang Business School, en Singapur, el acuerdo es una "indicación muy clara de que hay empresas que entendieron […] que África ofrece mucho más de lo que inicialmente se puede imaginar".
Hace dos años, Procter & Gamble anunció que también haría una gran incursión en África con una inversión de US$170 millones para la construcción de una nueva planta en Sudáfrica. De acuerdo con CNN, la planta fabricará productos como detergentes y otros productos de higiene femenina para servir a los mercados africanos del sudeste y el este del continente.
En 2014, un informe en el Wall Street Journal mostró en una encuesta de empresas multinacionales que Nigeria, Argentina y Vietnam eran "prometedores mercados pre-emergentes o mercados frontera" por los cuales estas empresas tenían un enorme interés.
¿Cuáles son los próximos mercados emergentes? "En la actualidad, algunas de las economías de más rápido crecimiento del mundo no forman parte de los BRIC", dice Guillén. "Claramente, la geografía de crecimiento de los mercados emergentes del mundo está cambiando".
Guillén divide los nuevos mercados potenciales en tres grupos. Los posibles candidatos del primer grupo son Vietnam, Filipinas y Bangladesh. Él cree que los países del Sudeste Asiático se convertirán en importantes centros de producción y exportación. "Estos países se benefician de la migración de las fábricas de producción instaladas en China". Son industrias de mano de obra intensiva dedicadas, por ejemplo, a la producción de prendas de vestir, productos electrónicos y juguetes, dice. Aunque lo que está detrás de esta tendencia son los bajos salarios, "como le sucedió a China antes", hay creación de empleo y la región acabará por desarrollar un mercado de consumo importante, comenta Guillén.
Para Guillén, el segundo grupo se formará, probablemente, en las naciones africanas de la región subsahariana, en particular Nigeria y Kenia. La región, según Guillén, "está creciendo muy rápido, pero está todavía poco desarrollada […] Estamos hablando de muchos países que pronto tendrán más de 100 millones de personas". (Nigeria, por ejemplo, ahora tiene una población de 178 millones de dólares). "Si la economía crece en estos países a un ritmo sostenible, tendremos un gran mercado de clase media para la industria de bienes de consumo".
Guillén hace hincapié en que los elementos clave para el crecimiento difieren en el caso de estos dos grupos de países de mercados emergentes. "En cuanto a Asia, los países de la región necesitan competitividad en las exportaciones. Los países de África necesitan más estabilidad, más personas que emigren de ocupaciones de baja productividad a otras de mayor productividad".
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Cuidado con la maldición de las materias primas. Para Guillén y Burger, una gran piedra con la que tropiezan muchos mercados emergentes es la famosa "maldición de los recursos" o "maldición de las materias primas". El término se refiere al país que cuenta con abundantes recursos naturales como el petróleo y los minerales. Aunque estas sustancias son valiosos objetos de compra por otras naciones, los precios podrían dispararse o caer en picado, lo que resulta en una economía inestable.
En cuanto a la actual recesión en América Latina, Guillén dice que fue causada en parte por estos "ciclos de crecimiento rápido y repentino colapso". Y añade: “Ahora que los precios de los productos básicos son muy bajos […] no hay una evidencia clara de que vayan a recuperarse rápidamente de nuevo". Jean-Marie Péan, socio-director de Bain & Company Middle East, también recuerda un momento en que el mineral de hierro de Brasil, por ejemplo, se vendió más que el "pan caliente". Él dice: "Es demasiado arriesgado para los ingresos y el crecimiento de un país depender de una fuente de ventaja competitiva cuyo control no posees".
África también es muy rica en materias primas. Según Burger, el continente cuenta con US$82 billones de dólares en recursos conocidos: petróleo, carbón, gas, cobre, platino, diamantes y oro. Hay muchos países que se sienten "cómodos con la exportación de productos básicos y viviendo de eso". ¿Cómo le ha ido a la región en relación con la “maldición de los recursos”? Burger dice que las economías locales han sido "relativamente resistentes" a la fuerte caída de los precios internacionales de los productos básicos. Sin embargo, se prevé que la desaceleración de la economía china pronto tendrá efectos negativos, especialmente en Nigeria y Angola, que son los principales exportadores de crudo a China.
¿Un modelo para los mercados emergentes? "Un día, están emergiendo; al día siguiente, no están ni aquí ni allí. Cinco años más tarde, vuelven a ser ‘emergentes'", dice Péan en relación con los países en desarrollo y la percepción que se tiene de ellos. Él pone en duda la validez de elaborar listas -como la prensa suele hacer- de importantes nuevos mercados, especialmente en vista del efecto "yo-yo" del mercado de materias primas.
En cambio, Pean recomienda favorecer los factores de éxito a largo plazo. Para él, las cualidades de un verdadero mercado emergente están representadas en un país como los Emiratos Árabes Unidos (EAU). Él compara de forma favorable a los Emiratos con sus vecinos: "¿Por qué los Emiratos tienen éxito y Arabia Saudita, no, o Kuwait y Bahrein?", se pregunta, añadiendo a la lista Nigeria, Libia y otros países de la región.
Aunque reconoce que los Emiratos Árabes Unidos tienen bienes materiales -los Emiratos son el sexto mayor productor de petróleo y un importante productor de gas natural- Péan señala que alrededor del 75% de su PIB proviene de los sectores no petroleros. "Los Emiratos son uno de los pocos mercados emergentes que diversificaron eficazmente su economía", dice. "Para mí, es un país que realmente sabía cómo evitar la maldición de las materias primas -es decir, el petróleo-, que a veces convierte a un país en rico, pero impide que la gente trabaje duro e innove".
Él atribuye el éxito de los Emiratos principalmente a su liderazgo "visionario y estable", que, dijo, se refleja en su fundación. En 1971, siete emiratos independientes se unieron para formar un Estado. Como resultado, acordaron renunciar a parte de su soberanía individual, un fenómeno que Péan considera "verdaderamente extraordinario". Él señala que los líderes de los Emiratos "crearon ventajas competitivas" para dotar a Dubai, por ejemplo, de un centro de logística con un puerto, una zona franca y un gran aeropuerto. La región fue pensada y promocionada también como un destino turístico, como una ubicación favorable en Medio Oriente para las empresas internacionales.
Dubai sigue atrayendo negocios debido a su infraestructura, las empresas de servicios públicos, entorno jurídico e inmobiliario de buena calidad, según Péan. Y añade que los Emiratos, un país relativamente pequeño con una población de menos de diez millones de personas, registró un PIB de US$402 mil millones en 2015 y cuyo crecimiento fue del 4,6%.
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Con la vista puesta en África. Burger, como Guillén, dice que el Sudeste Asiático actualmente tiene el potencial para crecer aún más. África ocupa el segundo lugar, a pesar de la amenaza persistente de "maldición de los recursos". Nigeria, dice, se está convirtiendo en un centro de fabricación de componentes de vehículos y servicio de Toyota y Ford. Etiopía está buscando una estrategia para ser menos dependiente de la agricultura. Citando un informe de Standard Bank de Sudáfrica, Burger dice que en los países que representan el 50% del PIB de África, hay 15 millones de hogares de clase media. Se espera que este número crezca y llegue a 42 millones en 2030.
"Los Kellogg, Procter & Gamble y Walmart del mundo están mirando a África con la intención de explorar esta gran oportunidad", dice Burger.
Sin embargo, según Burger, esta "gran oportunidad" que ofrece África viene con numerosos desafíos. El dice que hay riesgos para la seguridad y la inestabilidad política en muchos lugares: Nigeria, Somalia, la República Democrática del Congo y Libia. Además de estos problemas, Burger señala que muchos presidentes africanos carecen de buen liderazgo y señala que muchos de ellos están tratando de mantenerse actualmente en el cargo en contra de los límites constitucionales del país. "Usted se reúne con líderes que de alguna manera no entienden que ellos son el rostro de África, y lo que hacen y lo que no hacen tiene un impacto en sus países".
Los problemas de infraestructura en África también son graves. Carecen, incluso, de acceso satisfactorio al agua y la electricidad. Burger, sin embargo, señala que estos problemas pueden ser entendidos como oportunidades para los inversores y empresarios. Por ejemplo, hay un sistema de pago móvil en África que es muy exitoso, el M-Pesa. Él inspiró a otra empresa llamada M-Kopa. Con el M-Kopa, quien vive en las zonas rurales paga una cuota mensual reducida para tener energía solar y es un medio de cargar el teléfono móvil en casa. "Los países y empresas del extranjero tienen ahora la oportunidad de observar lo que está sucediendo en África, invertir allí y obtener un buen retorno por su inversión, mientras que ayudan a África a resolver sus problemas de infraestructura", dice Burger.
Aunque los mercados emergentes del Sudeste Asiático, África, Oriente Medio, América Latina y otras regiones tienen mucho que decir a la hora de tomar el camino adecuado, algunas cosas están fuera de su control, dice Guillén. Los países en desarrollo dependen del buen rendimiento de las economías consolidadas, que luego compran de forma regular mercancías y productos manufacturados a los países emergentes.
"Otro factor es lo que debería pasar con el dólar", dijo Guillén. En diciembre, la Reserva Federal decidió elevar por prima vez los tipos de interés desde la crisis financiera global. "Esto dará lugar a numerosos cambios en todo el mundo con respecto a los ingresos de capital", ha apuntado.