Las 96 peticiones de protección judicial frente a acreedores cursadas en enero fueron un 30 por ciento más altas que hace un año, señaló Serasa en un reporte.

Las solicitudes de protección por quiebra en Brasil crecieron un 30% en enero, ya que la peor recesión que sufre el país en décadas y los mayores costos del préstamo en nueve años siguieron afectando a la capacidad de industrias, minoristas y otros negocios para mantenerse a flote, informó la compañía de análisis crediticio Serasa Experian el miércoles.

Las 96 peticiones de protección judicial frente a acreedores cursadas en enero fueron un 30 por ciento más altas que hace un año, señaló Serasa en un reporte. El año pasado, 1.287 compañías buscaron protección por bancarrota, un 55% más que en el año anterior, señaló Serasa, que recolecta y analiza datos del indicador desde 2006.

"Las altas tasas de interés y la profundización de la recesión están afectando a la salud financiera de las compañías brasileñas y favoreciendo el aumento de solicitudes de protección por quiebra", afirmó Serasa en su informe.

Las empresas de tamaño pequeño presentaron más de la mitad de los pedidos por insolvencia de enero.

El Producto Interno Bruto (PIB), la suma de todos los bienes y servicios producidos en el país, se contrajo un 1,7% en el tercer trimestre, por encima de lo esperado. En una base interanual, los US$1,5 billones de la economía brasileña se contrajeron un 4,5%, a su ritmo más acelerado desde al menos 1996.