El desbalance fiscal del país se situaría alrededor de un 2,7% del Producto Interno Bruto (PIB) en el 2019, superior a la meta de 2,4% del PIB acogida en la regla fiscal, consideró la directora de calificaciones soberanas de S&P, Lisa Schineller.
Bogotá. El déficit fiscal de Colombia continuará disminuyendo en los próximos años, aunque a un ritmo menor a las metas establecidas, por lo que el país tendría que tener un mayor crecimiento económico y una reducción de su deuda para lograr un alza en sus calificaciones de riesgo, dijo este miércoles la agencia S&P.
El desbalance fiscal del país se situaría alrededor de un 2,7% del Producto Interno Bruto (PIB) en el 2019, superior a la meta de 2,4% del PIB acogida en la regla fiscal, consideró la directora de calificaciones soberanas de S&P, Lisa Schineller.
"En la calificación que otorgamos a Colombia no calificamos la regla, no asumimos que va a respetar la regla, pero es importante que veamos una caída importante en el déficit fiscal, un incremento poco a poco en la deuda como porcentaje del PIB", dijo la funcionaria en un foro económico en Bogotá.
Las cuentas fiscales de la cuarta economía de América Latina están bajo una fuerte presión, después de que el gobierno tuvo que revisar una ley de financiamiento que tramita ante el Congreso con la que ahora conseguirá cerca de la mitad de los recursos necesarios para financiar la totalidad del presupuesto del 2019.
"Podemos bajar la nota si tenemos un incremento aún mayor en comparación con nuestro escenario base en el perfil de la deuda, si hay un déficit aún más grande, pero no tiene que coincidir exactamente con el que establece la regla fiscal", explicó Schineller.
La directora aseguró que la mejora en los indicadores fiscales también debe estar acompañada de un ritmo más fuerte en la tendencia de crecimiento económico.
El gobierno tiene como meta un crecimiento del PIB de un 2,7% para este año y de 3,4% para el 2019, tras el tímido 1,8% que alcanzó el año pasado.
S&P redujo en diciembre del año pasado la calificación crediticia de Colombia a "BBB-" desde "BBB" con panorama estable, en medio de perfiles fiscales y externos debilitados que generan una menor flexibilidad política.