Aunque sus perspectivas económicas son bastante optimistas, Latinoamérica sufre volatilidad en sus mercados financieros por la onda expansiva de los problemas en el mundo desarrollado, y debe lidiar con una ola de capitales financieros sedientos de rendimientos que apreciaron sus monedas más allá de lo sano.
Lima. Brasil y sus vecinos buscaban el viernes mecanismos conjuntos que los inmunicen contra las turbulencias financieras, mientras crecen las preocupaciones de que empeore la crisis en Estados Unidos y Europa.
Aunque sus perspectivas económicas son bastante optimistas, Latinoamérica sufre volatilidad en sus mercados financieros por la onda expansiva de los problemas en el mundo desarrollado, y debe lidiar con una ola de capitales financieros sedientos de rendimientos que apreciaron sus monedas más allá de lo sano.
"Los países tenemos que estar preparados para las consecuencias que pueden haber, tenemos que estar unidos para crear mecanismos de respuesta a esta situación", dijo el viernes el ministro brasileño Guido Mantega en un encuentro de ministros de Hacienda de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) en Lima para discutir el problema.
Los funcionarios dijeron que América del Sur está en buena forma para resistir una eventual crisis global. "La crisis de confianza está en el norte, no en el sur", dijo el ministro peruano, Luis Miguel Castilla.
Sin embargo, buscaban medidas regionales con la idea de estar listos para el peor escenario.
Algunas iniciativas podrían ser reducir las barreras comerciales entre países y fortalecer la arquitectura financiera de América Latina para contrarrestar los efectos de una crisis, dijo Castilla.
A pesar de que la mayoría de los países latinoamericanos tiene reservas de dólares en niveles récord, los funcionarios aseguraron que estudiaban recurrir al Fondo Latinoamericano de Reservas (FLAR) y la Corporación Andina de Fomento (CAF) para financiar eventuales déficits en la balanza de pagos.
Los ministros dijeron que no se anunciarían pasos concretos al menos hasta el próximo viernes, cuando se reunirán jefes de bancos centrales y ministros de Hacienda sudamericanos en Argentina.
Los ahorros en dólares récord -que permitieron gastar dinero para incentivar las economías- junto con una fuerte disciplina fiscal habían ayudado a Latinoamérica a salir casi indemne de la crisis global del 2008.
"Los países latinoamericanos están muy preparados para un posible agravamiento de la crisis", dijo Mantega.
Dinero caliente. La región recibe desde hace algún tiempo cataratas de capitales financieros del exterior, que llegan atraídos por mayores rendimientos y mejores perspectivas de crecimiento económico que en el mundo desarrollado.
Pero ahora, con los problemas de deuda en Estados Unidos que se suman a la crisis en la zona euro, especialistas creen que la tendencia puede agudizarse.
Un eventual recorte en la calificación soberana estadounidense despertaría desconfianza y debilitaría más al dólar. Con sed de rendimientos, los inversores podrían apostar más a la región.
"Estamos en mares de mucho oleaje", dijo el ministro de Hacienda colombiano, Juan Carlos Echeverry, en el encuentro.
"Ese es el momento que Sudamérica actúa en grupo, es necesario que tengamos una reflexión conjunta, solidificar nuestras economías frente a eventos difíciles", agregó.