Las posibilidades de aprobación de un acuerdo marco se abrieron luego que líderes republicanos y demócratas retomaran las estancadas negociaciones con la Casa Blanca, mientras que el jefe de minoría del Senado, Mitch McConnell, afirmó que estaba confiado y optimista.
Washington. Los legisladores estadounidenses podrían estar cerca de alcanzar un acuerdo de último minuto para elevar el techo de deuda del país en hasta 2,8 billones de dólares, un alivio para los mercados que temen una cesación de pagos de la mayor economía mundial.
Las posibilidades de aprobación de un acuerdo marco se abrieron luego que líderes republicanos y demócratas retomaran las estancadas negociaciones con la Casa Blanca, mientras que el jefe de minoría del Senado, Mitch McConnell, afirmó que estaba confiado y optimista.
"Creo que tenemos una oportunidad de lograrlo", declaró McConnell, un republicano.
La cadena ABC News reportó que los negociadores de deuda de Estados Unidos llegaron a un acuerdo tentativo sobre un plan para reducir el déficit estadounidense, pero un funcionario de la Casa Blanca advirtió que el pacto "aún no está listo".
Consultado por periodistas, McConnell declaró que las negociaciones estaban "muy cerca" de un acuerdo que recortaría el déficit en un billón de dólares.
El líder de la mayoría del Senado, el demócrata Harry Reid, pospuso una votación de procedimiento de un plan clave sobre el límite de deuda hasta las 1700 GMT del domingo, dando tiempo adicional a ambos bandos para resolver los detalles antes de la apertura de los mercados de Asia.
"Hay negociaciones en curso en la Casa Blanca sobre una solución que evitará una catastrófica moratoria sobre la deuda del país", dijo Reid en el Senado en la noche del sábado.
"Aún hay distancia por recorrer", agregó.
Se está acabando el tiempo para que el gobierno de Estados Unidos eleve su límite de endeudamiento desde sus 14,3 billones de dólares antes del martes, cuando el Tesoro se quedará sin dinero para pagar su cuentas y no podrá cumplir con la deuda nacional. Pero hay un cauto optimismo en el Capitolio.
"Estamos lejos de cualquier tipo de acuerdo negociado, pero ciertamente hay una sensación más positiva sobre lograr un pacto esta noche de lo que he sentido en mucho tiempo", dijo el sábado por la noche el senador Richard Durbin, el segundo demócrata de mayor rango en el Senado, a periodistas.
Si hay un acuerdo bipartidista creíble cerca, la Casa Blanca ha dicho que aceptaría una extensión del límite de deuda a corto plazo, a fin de dar tiempo a los legisladores para que logren un pacto.
Dado que las negociaciones se han extendido más de lo recomendable, Washington se está quedando sin tiempo para conseguir un acuerdo, redactar la legislación, votarla y que el presidente Barack Obama la firme para convertirla en ley.
Los elementos del paquete bajo discusión elevarían el límite de la deuda para todo el 2012 y reducirían el gasto en una cantidad equivalente al aumento de la capacidad de endeudamiento en un período de 10 años.
El primer billón de dólares en recortes ya ha sido acordado en gran parte por los legisladores. Otros 1,8 billones serían recomendados por una comisión especial designada por el Congreso y si el Congreso no alcanza a votar medidas, éstas se implementarían de forma automática, dijo un asesor con conocimiento de las negociaciones.
El estancamiento político respecto a cómo reducir el déficit de Estados Unidos y elevar el límite de deuda ha puesto al país en riesgo de perder su calificación crediticia triple A.
Una rebaja podría llevar a los inversores mundiales a alejarse de los bonos estadounidenses y del dólar, elevando los costos de préstamo para el país mientras su economía aún es frágil y podría caer fácilmente en recesión.
Una moratoria de Estados Unidos empujaría a los mercados y economías de todo el mundo al caos. Las bolsas de Estados Unidos reportaron la semana pasada sus peores pérdidas en un año, el dólar cayó e inversores nerviosos pusieron su dinero en cuentas bancarias aseguradas.
Los mayores bancos de Wall Street advirtieron a Washington la semana pasada que no arriesgue una moratoria de la deuda.