El creciente aumento de desempleados ha alimentado el descontento con el Gobierno de la presidenta Dilma Rousseff, que está luchando para sobrevivir a esfuerzos por impugnarla en el Congreso debido a una crisis política generada por escándalos de corrupción.
El número de brasileños desempleados ha subido en casi tres millones de personas desde el año pasado, mientras el país se sume aún más en su peor recesión en una generación, según datos publicados el jueves por el estatal Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE).
El creciente aumento de desempleados ha alimentado el descontento con el Gobierno de la presidenta Dilma Rousseff, que está luchando para sobrevivir a esfuerzos por impugnarla en el Congreso debido a una crisis política generada por escándalos de corrupción.
La tasa nacional de desempleo de Brasil subió poco más de lo previsto a 9,5% en los tres meses hasta enero desde un 6,8% en el mismo período hace un año, dijo el jueves el estatal Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE).
El mercado proyectaba que la tasa de desempleo se ubicara en un 9,3 por ciento, según la mediana de las estimaciones de 14 economistas consultados en un sondeo de Reuters.
El número de desempleados subió a 9,6 millones de personas a fines de enero, un aumento de 2,8 millones, o un 42,4% respecto a un año antes, ambas cifras récord para el índice de desempleo en los hogares del IBGE.
Más de 2 millones de personas perderán sus beneficios por desempleo hasta junio, según datos obtenidos por Reuters, lo que amenaza con reducir aún más el apoyo a Rousseff entre sus principales partidarios de clase trabajadora, a los que necesita más que nunca.
