La lectura debería apoyar los planes del banco central de bajar el ritmo de las alza de las tasas de interés en su reunión de la semana próxima. La economía está emergiendo de su peor recesión en 100 años, aún cuando la inflación sigue muy por debajo del objetivo oficial.
La inflación en Brasil avanzó en octubre a su tasa más acelerada en tres meses, tras haber tocado en agosto un mínimo de 18 años, lo que alentó expectativas de un rebote del indicador.
La lectura debería apoyar los planes del banco central de bajar el ritmo de las alza de las tasas de interés en su reunión de la semana próxima. La economía está emergiendo de su peor recesión en 100 años, aún cuando la inflación sigue muy por debajo del objetivo oficial.
Los precios al consumidor medidos por el índice IPCA-15 subieron un 2,71% en los 12 meses hasta mediados de octubre, según informó el viernes el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE). La lectura estuvo en línea con el pronóstico de 2,70% en un sondeo de Reuters.
El alza de 5,7% en los precios del gas para cocinar explicó la mayor parte de la inflación en el mes. La estatal Petrobras subió los precios de los combustibles tras alteraciones en el suministro global.
Las señales de precios más estables en los alimentos sugerirían también que el ritmo de subida de precios podría estar acelerándose.
La inflación ha estado ubicándose bajo el extremo inferior de la meta oficial, de 4,5% +/- 1,5 puntos porcentuales, desde julio. Algunos economistas apuestan que el indicador quedará bajo la meta anual.
Aun así, se espera que el banco central implemente un recorte menor a los tipos que en reuniones previas, bajando la tasa referencial Selic en 75 puntos básicos tras recortes anteriores por 100 puntos.
El índice IPCA-15 ganó un 0,34% respecto al mes previo, cerca del pronóstico de economistas de 0,35%, indicó el IBGE.