El grupo, que representa al 42% de los tenedores de bonos por US$7.148 millones que Buenos Aires busca reestructurar, dijo que este jueves vence el período de gracia para el pago de intereses por US$110 millones que debía cancelarse el 1 de mayo.
Buenos Aires. La provincia de Buenos Aires y algunos de sus acreedores elevaron el tono de su discusión el jueves, cuando el mayor distrito de Argentina los conminó a negociar "de buena fe" tras el rechazo de los bonistas a una oferta de reestructuración de deuda.
Previamente, un grupo de acreedores de Buenos Aires había instado a sus autoridades a entablar "negociaciones sustantivas" para alcanzar un acuerdo, que la provincia considera necesario porque tiene una capacidad de pago "limitada" como consecuencia de la crisis económica que padece Argentina hace dos años, agravada por la pandemia del coronavirus.
El grupo, que representa al 42% de los tenedores de bonos por US$7.148 millones que Buenos Aires busca reestructurar, dijo que este jueves vence el período de gracia para el pago de intereses por US$110 millones que debía cancelarse el 1 de mayo.
"Se prevé una caída de la actividad económica provincial en torno al 10% anual durante el mes de marzo y una contracción de la recaudación tributaria cercana al 30% en abril. Los acreedores conocen muy bien esta situación y está en su buena fe incorporarla en cualquier contrapropuesta", señaló el Gobierno de Buenos Aires en un comunicado.
El Gobierno provincial extendió el plazo para renegociar la reestructuración de su deuda hasta el 26 de mayo después de que su oferta fuera rechazada por los acreedores por considerar que no era acorde a la "verdadera capacidad de pago" de la provincia.
"El Comité Directivo insta a la provincia a utilizar el tiempo adicional proporcionado por la extensión para entablar negociaciones sustantivas que permitan alcanzar una solución consensuada y exitosa", dijo el grupo de acreedores en su comunicado previo.
El 26 de mayo es el día siguiente a que el Gobierno nacional revele el resultado del canje de su propia deuda por US$65.000 millones, en una negociación que está alineada con la de la provincia.
En medio de una fuerte recesión económica que sufre el país desde antes de la pandemia del coronavirus, el gobernador de Buenos Aires, Axel Kicillof, ofreció a los acreedores un período de gracia de tres años y una quita de capital del 7%.
El grupo de acreedores pidió el jueves a aquellos inversores que aceptaron la oferta realizada por Buenos Aires que conserven el derecho de revocar su consentimiento.
"Debido a que (la provincia) puede implementar su oferta de canje pendiente sin lograr un nivel mínimo de participación, los tenedores de bonos que ya han dado su consentimiento (y no lo han revocado) corren el riesgo de recibir títulos ilíquidos y perder ciertas protecciones legales importantes", explicó el Comité en el comunicado.