Tania Quispe cumple tres años en la jefatura de la Superintendencia Nacional de Administración Tributaria y Aduanas, y conversó con AméricaEconomía Perú, sobre su gestión.
-Tiene 36 meses en la Sunat, tiempo inédito para el cargo. ¿Cuál es el balance?
-Hemos fortalecido la institución. Le dimos estabilidad al superintendente. Ya no lo cambian de la mano de los ministros. Ahora dura cinco años. Ese nivel de estabilidad permite armar políticas institucionales de corto, mediano y largo plazo. A partir de ello establecimos, además, la autonomía administrativa y financiera, e iniciamos las contrataciones que estaban estancadas hace diez años. Encontramos una Sunat con muy pocas herramientas para luchar contra la evasión. Y claro con el boom de la minería se incrementaron los ingresos fiscales, lo que hizo que nadie se preocupara de fortalecer a instituciones como la Sunat porque la plata llegaba sola.
-Esa frase es famosa gracias al expresidente García.
-[Risas]. Como la plata llegaba sola el debilitamiento de la Sunat fue inevitable. Esa fue la situación que encontramos en 2011. La visión de la Sunat es llegar a ser una institución de clase mundial. Es un objetivo muy ambicioso, pero posible de lograr a partir de la modernización completa de la institución, de la generación de un capital humano que tenga aptitudes, de la tecnificación de los procesos y de la creación de la infraestructura necesaria. Y en ese proceso estamos.
-¿Cómo llegará la Sunat a 2016?
-A 2016 deberíamos tener una Sunat con mucho más herramientas para enfrentar los objetivos que como institución tiene, que son el combate a la evasión, a la informalidad y el control de lo que es la mercadería ilegal, y ahora el nuevo objetivo: control de insumos químicos. Estamos implementando hace año y medio el programa Mejora el Cumplimento, con el que buscamos generar las bases y los procesos para hacer eficiente el cumplimiento. Consiste en estratificar a los contribuyentes y poder identificar al evasor y al cumplidor. Con este programa vamos a elaborar nuevos procesos de fiscalización, de cobranza, de devoluciones diferentes para cada estrato. Con ello buscamos lograr que la actitud de la Sunat frente a la sociedad sea diferente porque ya no trato a todos por igual, pues reconozco quién cumple y quién no, y al que cumple le facilito la gestión, y al que no, le caigo con todo el peso de la ley.
-Eso se logra solo pasando del reino del papel al digital.
-Así es, y adicionalmente a todos esos procesos estamos generando una ‘cuenta única’, que es una gran base de datos para actuar. A esa gran base tiene que llegar la información de notarías, bancos y todos los sistemas disponibles en tiempo real para construir un historial del contribuyente que permita no solo estratificar y reconocer cada tipo de contribuyente sino poder actuar en el momento en el que veamos algún desvío. Hoy nuestros mecanismos son muy básicos. Una búsqueda de datos de contribuyentes se hace en forma manual y demora días sacar conclusiones. Con la tecnología adecuada lo podríamos hacer en un segundo. Debemos tenerla lista en 2015, y 2016 debería estar integrada para poderla usar. La Sunat potente que todos queremos es hoy una realidad en el sentido de que tiene claras las metas para llegar a ello, y mostrará su verdadera fortaleza desde 2016. Pero año a año vamos a ir viendo a esa Sunat más fortalecida. En ese caminar estamos.
-Hablemos de recaudación.
-En estos tres años, los impuestos tributarios permanentes, o sea los que se generan a partir de los sectores de la economía sin incluir el sector minero, han crecido sostenidamente. Hasta antes de 2011 nunca habíamos salido del 13% de presión tributaria. Solo en 2008 hubo un pico producto de la mayor importación de insumos de capital que se tuvo producto del boom minero. A partir de todo el trabajo del combate de la evasión y de la ampliación de la base tributaria en los demás sectores de la economía que tenían fuerte presencia de informalidad se dieron los históricos resultados de 2012, cuando logramos una presión de 14,7%, y de 2013 con 15,4%. Hemos avanzado muy rápido trabajando en función de reconocer bolsones de evasión y tratando de controlarlos con los mecanismos que tenemos, mecanismos que se van a potenciar significativamente con los programas que expliqué.
-Los bajos resultados mineros ayudaron poco o nada.
-El minero es un sector con alto nivel de volatilidad por la variación de los precios de los minerales. Si queremos una estabilidad fiscal tenemos que buscar sectores que no sean tan volátiles ni dependan de factores externos. En ese sentido es muy importante ver que los sectores no mineros son los que están creciendo en presión tributaria. Moody’s elevó en dos escalones la calificación del Perú argumentando que el principal motor para hacerlo es el continuo fortalecimiento del balance de gobierno a pesar de una desaceleración cíclica de su economía producto de los precios de los metales. La agencia calificadora afirma que la diversificación de los ingresos tributarios ha ayudado a sostener la salud fiscal del Perú. Eso es parte de los buenos resultados que hemos tenido.
La participación de la minería en los ingresos fiscales ha ido cayendo sostenidamente. Pasó de 14% en 2011 a 11% en 2012, y es de 6% al cierre de 2013. Con ingresos fiscales crecientes, la salud fiscal permite hoy realizar todas esas medidas económicas que ha planteado el presidente el 28 de julio.
Además, este buen incremento de los ingresos fiscales es producto del combate a la evasión. La recaudación de los pequeños y medianos contribuyentes (mepecos) creció 83% desde 2011 a 2014. Casi duplicamos la recaudación. Pasamos de S/. 11.000 millones a 20.000 millones. La recaudación proveniente de principales contribuyentes creció 22%.
-Son resultados satisfactorios, pero no suficientes. Hay mucho por trabajar.
-Así es. Hay mucho por trabajar en el combate a la evasión. Sin duda mepecos va a seguir siendo un espacio de control fuerte de parte de la Sunat. Recordemos que este segmento constituye más de la mitad de la economía del país. En los últimos diez años, este segmento creció mucho y no hubo capacidad de fiscalizarlos. Lo que hemos logrado con estos resultados es que la participación de los mepecos en la recaudación total se incremente de 19% en 2011 a 26%. Ampliamos la base, que es lo que siempre reclaman todos. Dicen que cobramos siempre a los mismos. Con estos resultados estamos demostrando que no es así. Cada vez hay más contribuyentes que aportan a los ingresos fiscales.
En 2011 teníamos unos 41.000 omisos a la presentación de la declaración anual de impuestos. Hoy se bajó hasta 25.000. El monto recuperado por inducción y cobranza ha crecido 127% en los últimos tres años. Además estamos realizando muchas gestiones directas [visitas de fiscalización a empresas], con lo que pasamos de obtener ingresos por S/. 1.000 millones a S/. 14.000 millones.
-Cuando se asume un cargo público se hace con muchas expectativas y planes. No obstante en el camino hay temas que no se concretan por motivos diversos del sistema. ¿Cuál es su mayor decepción?
-Hay algunos aspectos que están tomando tiempo. A pesar de que tuvimos la oportunidad de contar con una mejor escala salarial, el Estado no termina siendo competitivo frente al sector privado. Muchas de las áreas de atención que hoy necesita Sunat para fortalecerse tienen que ver con las de sistemas y de recursos humanos, donde lamentablemente el sector privado tiene una mejor remuneración. Así es muy difícil conseguir capital humano suficiente para enfrentar todos estos desafíos. Esa es una de nuestras principales debilidades. Nos ha costado conseguir gente competente y suficiente. Conseguimos uno, pero necesitamos un grupo completo, y de seguro eso redunda en que no se avance al ritmo que uno espera.
-Habló de incremento de la base tributaria, pero no dio números. ¿Cuánto creció?
-El incremento del número de contribuyentes en tres años ha sido de 1,5 millones adicionales. Pero la verdadera ampliación de la base no solo es colocar a más contribuyentes, sino hacer que todos paguen lo que tienen que pagar. Así, cuando vemos que sectores como pequeñas y medianas empresas incrementan fuertemente su participación en los ingresos fiscales, estamos reduciendo la evasión y ampliando la base tributaria. Antes los mepecos significaban 19% del total de ingresos fiscales, hoy significan el 26%.
-La evasión y la elusión. ¿Cuáles son sus niveles?
-Muy altos. Por ejemplo, muchas empresas medianas y grandes tienen operaciones ficticias producto de facturas no reales. Eso genera un bolsón de evasión de S/. 5.000 millones. Además, los gastos personales que se deducen indebidamente en las empresas estarían en el orden de los S/. 2.200 millones. Solo entre esos dos tipos de operaciones tienes más de 7.000 millones en evasión. Estamos trabajando para combatir este tipo de operaciones, así como para fiscalizar a las personas naturales a partir de un trabajo más eficiente de cruce de información para ver desbalance patrimonial, ingresos que no cuadran con los gastos, etc. Los resultados han sido buenísimos, y se han ido dando por diferentes tipo de contribuyentes. En personas naturales empezamos por los accionistas, dueños de empresa y miramos cómo iban los ingresos declarados versus los resultados de la empresa, y a partir de allí se tuvieron muy buenos resultados con gente que reconoció que hubo allí una diferencia y vinieron a aportar sumas bastante grandes. La idea es seguir con ello.
-Hay avances en el tema de información y fiscalización por lo que nos cuenta. Pero qué pasa con el contribuyente que miente para no pagar impuestos o simplemente no los paga. En otros países se va a la cárcel. ¿Por qué no en el Perú?
-Tiene que ver con diferentes momentos de evolución del control. Eso es ley para empezar, y habría que ver si una ley de ese tipo puede ser bien recibida. En realidad lo que planteas es razonable, y efectivamente los países que tienen altos niveles de cumplimiento son los que presentan normas durísimas en el control. Allí el incumplimiento genera sanciones severas, y de repente nosotros también deberíamos en el futuro tener sanciones más severas contra el incumplimiento, pues estamos entrando a una nueva fase, ya que ahora podemos reconocer al evasor del que no lo es.
-Los empresarios se quejan de la gran discrecionalidad que tiene la Sunat. ¿Qué dice al respecto?
-La idea es que conforme vayamos pasando a la mayor virtualización y tecnificación vayamos reduciendo sustancialmente la discrecionalidad. Un ejemplo concreto: el drawback web. El hecho de que antes una empresa tuviera que venir con toda su documentación física a una ventanilla a presentarla genera un nivel de discrecionalidad. El hecho de que hoy se haga todo el trámite vía web hace que mejore la eficiencia y la discrecionalidad se reduzca sustancialmente. La Sunat tiende a eso: a que se reduzcan los procedimientos para poder controlar mejor su accionar. Además, con los gremios tenemos una mesa de trabajo de cobranza para ver cuáles son los procesos que la Sunat va a aplicar en el tema de cobro de deudas porque ellos dicen que hay un abuso. Luego está el tema de fiscalización, es decir, los tiempos que me dan para que me presenten la documentación y qué documentos me piden. Estamos trabajando con ellos un protocolo para tener, tanto el auditor como el contribuyente, las reglas claras.
-Se condonaron deudas tributarias en el paquete de estímulo económico. ¿No es un mal ejemplo?
-Más que una condonación de lo que se trata es que la aplicación de intereses sobre intereses resultaba una medida muy dura, que se quedó históricamente para un periodo de tiempo [entre 1998 y 2005]. Lamentablemente hasta hoy tenemos muchos casos abiertos que datan de esa época, y ese cúmulo de intereses sobre intereses ha hecho que muy buena parte de esa deuda tributaria sea interés antes que tributo omitido. Creemos que [condonar los intereses] es una corrección que es importante hacer más aún cuando uno mira que otras economías del mundo no tienen esta política de acumulación de intereses sobre intereses y que el Perú no la tiene desde 2005. Desde esa perspectiva creemos que es una medida saludable.
-¿Pero qué pasa con los que sí pagaron interés sobre interés? ¿Mala suerte?
-Eso ocurre pero no solo a nivel de esta medida, sino también en los cambios de toda medida. Cada cambio de ley tiene el antes y el después, y siempre habrá afectados y beneficiados, y por ese motivo imagínate no haríamos nada.
Es que nuevamente se premia al que no cumple y el que sí cumplió se siente un tonto. Así no se crea cultura tributaria.
Hay un factor importante que hay que considerar y que no solo radica en solo el interés sobre el interés. Si el deudor se quiere acoger a este beneficio, tiene que pagar a la Sunat toda la deuda y no reclama más. Ese es el gran cambio porque cuando el contribuyente deudor ya no reclama, gana el Estado porque se olvida de todos los juicios que tendría por delante para saber la conclusión final sobre el proceso, y ello le ahorra costos. Y el contribuyente ahorra porque tiene un beneficio especial. Entonces quieres acogerte al beneficio, asume, paga y nos olvidamos todo lo que hay. Allí el impacto es beneficioso para ambas partes.
Reforma tributaria
-El ministro Luis Miguel Castilla (no había renunciado al momento de la entrevista) no ha descartado una revisión del esquema tributario para atraer inversiones.
-Creo que siempre es importante ver las estructuras tributarias de los países e irlas mejorando en función de objetivos específicos. Ya vimos que Chile y Colombia han hecho profundas reformas tributarias con objetivos específicos cada uno, y el Perú no está ajeno a hacer eso. En ese sentido, en la medida en que el MEF analice una propuesta integral, buena, saludable para el país siempre va a ser bienvenida.
-¿Cuáles podrían ser estas propuestas o qué de bueno que se hizo en Colombia o Chile podría imitarse?
-En Chile se incrementó la carga tributaria de las empresas porque el Gobierno quiere generar recursos adicionales por US$8.000 millones para financiar su plan educativo. Entonces programó un incremento de la renta junto con medidas antielusivas. Por su parte, Colombia hizo una estructura tributaria en la que redujo un poco la carga con el objetivo de lograr una mayor formalización y mayor empleabilidad donde se benefician las empresas que contratan mano de obra. Ojo: la carga tributaria chilena era más baja que la peruana, y la de Colombia ha sido siempre muy alta. Después de las reformas en ambos países, la carga tributaria chilena superará a la peruana, y la colombiana seguirá por encima de la nuestra.
-¿En el Perú se podría bajar la carga tributaria a las empresas que contratan mucha mano de obra como pasó en Colombia?
-Es un esquema interesante. Creo que el MEF siempre evalúa lo que hacen sus comparables en otros países, y a partir de ahí se ve si se puede implementar algo parecido aquí. Lo que es cierto es que cada una de esas reformas tiene costos, y hay que ver cuál es la posibilidad de financiarlos.
-Pero se tiene que hacer rápido porque los números de la economía peruana se van desacelerando.
-Lo que creo es que si queremos hacer una reforma tributaria, en el Perú tiene que ser completa mirando toda la carga tributaria, y no solo un punto específico como renta. Yo creo que eso es lo que el MEF está evaluando.
-Entonces sí se contempla la posibilidad de reducir impuestos en breve.
-Yo no diría reducir impuestos, diría mirar toda nuestra estructura tributaria, y en base a ello mejorar lo que se tenga que mejorar con objetivos específicos. Eso es lo más importante. Saber a qué apuntamos con cada uno de los cambios que estemos haciendo.
-¿Qué reformas inmediatas pueden venir en los próximos dos años?
-Lo más saltante que va a venir es que nosotros estamos dando lo que denominamos internamente ‘cambio de chip’. Nuestro nuevo paradigma Sunat que es ser una institución que pueda cumplir con sus objetivos de manera más eficiente y teniendo una nueva cara a la sociedad. Una cara en la cual mostremos este espíritu de facilitación que tanto la sociedad ha reclamado de nosotros. ¿Cómo vamos a lograrlo? Con estos mecanismos de gestión de riesgo con el cual queremos acercarnos de diferentes formas a los contribuyentes y usuarios de comercio exterior para a partir de allí ofrecer a cada quien un diferente procedimiento y forma de accionar de la Sunat hacia la sociedad. Como te decía inicialmente, al cumplidor la total facilidad y al evasor caerle con todo el peso de la ley. La Sunat de 2016 será una Sunat totalmente diferente a la de 2011. Una institución que vele por el contribuyente y el usuario del comercio exterior.
-Finalmente ¿cómo fiscaliza la Sunat el incremento patrimonial? Lo pregunto por los presidentes regionales y otras autoridades que muestran signos de incremento de patrimonio.
-Hacemos esa evaluación, pero más allá de ponerle un nombre o de que sea autoridad o no. Eso porque la Sunat mira a todos los contribuyentes como números y todo el proceso lo desarrolla así, y tiene que ser así porque si miramos las noticias y vemos que fulano tiene acusaciones y nos metemos directamente a ver un caso particular podría entenderse como que se está politizando la institución y que actuamos con objetivos específicos, y la Sunat es una institución que tiene que velar por mantener su autonomía.
-¿Qué hacen en casos públicos de corrupción?
-Tenemos procedimientos establecidos. Si nos llega un pedido o una denuncia de algún poder del Estado lo atendemos, pero de motu proprio no iniciamos una investigación con nombre propio, salvo que salga en un proceso de selección. Lo que te puedo decir es que me han llamado congresistas, ministros y todo tipo de personas para decirme que la Sunat los está acosando. Y desde el momento en que los mismos ministros me llaman y me reclaman se demuestra que el tema es aleatorio. La Sunat le cae a un ministro, congresista, alcalde o a cualquiera porque es parte de un proceso de control regular que la institución tiene. Que todos sintamos que se han incrementado las fiscalizaciones es una realidad porque así se ha hecho en estos tres últimos años. Ahora se siente la mano de la Sunat mucho más que antes.