Revertir la globalización "podría incrementar los precios, aumentar el desempleo y frenar el crecimiento", dijo Carstens, exjefe del Banco de México, a antiguos y actuales banqueros centrales de todo el mundo.
EE.UU.- El gerente general del Banco de Pagos Internacionales, Agustín Carstens, emitió el sábado una fuerte crítica al creciente proteccionismo y un reproche poco sutil al uso de aranceles y a negociaciones comerciales del presidente estadounidense, Donald Trump, en busca de concesiones de China, México y otros países.
Revertir la globalización "podría incrementar los precios, aumentar el desempleo y frenar el crecimiento", dijo Carstens, exjefe del Banco de México, a antiguos y actuales banqueros centrales de todo el mundo reunidos en el simposio económico anual en Jackson Hole.
Los aranceles más altos podrían acelerar la inflación en Estados Unidos y obligar a la Reserva Federal a elevar las tasas, lo que impulsaría al dólar y perjudicaría tanto a los exportadores estadounidenses como a las economías de mercados emergentes, dijo Carstens.
El proteccionismo también amenaza con "desestabilizar los mercados financieros y poner un freno al gasto de capital de las empresas, ya que los inversores se asustan y las condiciones financieras se vuelven más estrictas", agregó.
El BIS publicó una investigación en simultáneo al discurso de Carstens que estima que revocar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), como amenazó Trump, significaría una pérdida del producto interno bruto (PIB) de UDS$37.000 millones para Canadá, US$22.000 millones de para México y US$40.000 millones para Estados Unidos.
Las barreras comerciales no arancelarias representarían la mayor parte de las pérdidas. Los salarios también caerían en toda América del Norte, según la investigación.
Los negociadores mexicanos y estadounidenses han reducido las diferencias en torno a la actualización del TLCAN en los últimos días, y Canadá se unirá a las conversaciones comerciales una vez que se hayan resuelto esas brechas, pero el futuro general del pacto sigue sin estar claro.
Estados Unidos y China también han estado discutiendo sobre cuestiones comerciales. Funcionarios de ambos países finalizaron el jueves dos días de conversaciones con pocos avances, a medida que su guerra comercial se intensifica con la activación de otra ronda de aranceles recíprocos por valor de US$16.000 millones en bienes de cada país.
Incluso cuando el presidente de la Fed, Jerome Powell, ha señalado aumentos graduales de las tasas, él y otros funcionarios han mencionado el efecto de las crecientes fricciones comerciales en la economía y la política monetaria de Estados Unidos.
"Los políticos de las economías avanzadas no deberían ignorar la creciente evidencia de que las depreciaciones abruptas del tipo de cambio reducen la inversión y el crecimiento en las economías de mercados emergentes", dijo Carstens. "Esto tiene implicaciones para todos, en que la actividad más débil reduce la demanda de exportaciones de las economías avanzadas", añadió.
"A largo plazo, el proteccionismo no traerá ganancias, sino solo dolor", dijo Carstens. "No solo para Estados Unidos, sino para todos nosotros", agregó.