Para la nación andina, este es el acuerdo comercial número 21, siendo -Turquía- el país número 58 con el cual Chile goza de preferencias comerciales, lo que significa un acceso privilegiado a un mercado de más de 4.000 millones de habitantes.
Este martes entró en vigencia el TLC entre Chile y Turquía, país euroasiático de 75 millones de habitantes, con un ingreso per cápita de US$10.000 y un PIB de US$750.000 millones.
El acuerdo fue firmado el 14 de julio de 2009 y fue aprobado por ambos Congresos, lo que permite que el 98% del comercio entre ambas naciones se encuentre liberado de aranceles y los productos restantes incluidos en el cronograma de desgravación, sean liberados en un plazo máximo de 6 años.
Para la nación andina, este es el acuerdo comercial número 21, siendo -Turquía- el país número 58 con el cual Chile goza de preferencias comerciales, lo que significa un acceso privilegiado a un mercado de más de 4.000 millones de habitantes, es decir, más del 60% de la población mundial.
Este TLC significa para Chile la puerta de entrada, geográfica y cultural, a un mercado potencial de 300 millones de consumidores, de los cuales una parte importante habla turco. El acuerdo plantea la posibilidad también de que Turquía utilice el país como puerta de entrada a América del Sur, así como alternativa a Chile de acceder a nuevos mercados a través de la red de acuerdos que tiene este país euroasiático con naciones de Asia Central y Medio Oriente.
Al analizar la oferta exportadora chilena -excluyendo las exportaciones de cobre, celulosa y resto de la minería- se tiene que, producto de la negociación, prácticamente la totalidad de las exportaciones a Turquía (un 92,6%) goza de algún beneficio arancelario. Esto es relevante si se considera que dicha canasta representa un 26% del total exportado por Chile al mundo.