El euro y las acciones caían este viernes, en un reflejo de la preocupación por el posible fracaso de Grecia en reestructurar su deuda.
Atenas. Los trabajadores griegos comenzaron este viernes una huelga contra las medidas de austeridad, cerrando puertos y suspendiendo el transporte público, horas después de que los ministros de Finanzas de la zona euro pidieran al país más recortes para entregarle un recate.
El euro y las acciones caían este viernes, en un reflejo de la preocupación por el posible fracaso de Grecia en reestructurar su deuda luego de que la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional indicaran que un acuerdo en Grecia sobre nuevos recortes al gasto y a los salarios no era suficiente.
La UE y el FMI están disgustados por una serie de promesas rotas por parte de Atenas y por semanas de idas y venidas en torno a los términos del plan de rescate de 130.000 millones de euros, mientras el tiempo se acaba para que Grecia pueda evitar una moratoria de su deuda.
El presidente de los ministros de Finanzas de la zona euro, Jean-Claude Juncker, fijó tres condiciones, afirmando que el Parlamento griego debe ratificar el paquete cuando se reúna el domingo y que deben identificarse reducciones de gasto adicionales de 325 millones de euros hasta el próximo miércoles.
Una vez que se cumplan estas condiciones, los ministros de la zona euro se volverían a reunir.
Pero esas condiciones serían demasiado altas. Muchos griegos, que ya sufren los efectos de cinco años consecutivos de recesión, están cada vez más descontentos con las medidas de ajuste, que no provocarían mejoras en una economía donde una de cada cinco personas está desempleada.
En la plaza Syntagma de Atenas, frente al Parlamento, resonaban consignas que llamaban a protestar contra las medidas. "No a los despidos, no a los recortes salariales, no a los recortes de pensiones", replicaban los altavoces.
La huelga paralizó el transporte subterráneo y de buses, mientras que las embarcaciones permanecían varadas en los principales puertos del país en el marco de la huelga de 48 horas.
Los médicos y los empleados bancarios también abandonaron sus labores. Los vuelos no se veían afectados, dijo un funcionario del aeropuerto
"Las medidas incluidas en el nuevo memorando (UE/FMI) y que fueron acordada por los tres líderes políticos con el Gobierno son una lápida para la sociedad griega", dijo en un comunicado el sindicato de empleados públicos Adedy.
"Es momento de que el pueblo se pronuncie", agregó.
ADEDY y su socio del sector privado GSEE representan a cerca de dos millones de trabajadores, casi la mitad de la fuerza laboral griega. Desde que el país recibió el primer rescate en el 2010, han realizado reiteradas huelgas.
Los dos sindicatos convocaron a los trabajadores a concentrarse frente al Parlamento. La asistencia a las protestas ha sido relativamente reducida durante los últimos meses y el acto del viernes será una prueba del malestar contra las medidas de austeridad.
Los ministros griegos tienen previsto celebrar una reunión de gabinete en torno a las 1100 GMT.
Con elecciones probablemente en abril, los líderes partidarios griegos han sido renuentes a aceptar las duras condiciones impuestas por sus acreedores.
Tras días de demoras, y bajo la amenaza de una moratoria caótica que podría sacar al país de la zona euro, aceptaron el jueves bajar el salario mínimo en un 22% para hacer más competitiva la economía.
Juncker volvió a instar a Grecia a cumplir sus promesas.
"En resumen, no habrá desembolsos sin implementación (previa de reformas)", aseguró el jueves tras la reunión de ministros en Bruselas.