Los ministros de Finanzas de la zona euro se reunieron este lunes en Bruselas para analizar cómo actuar con Grecia.
Europa mostró este lunes la voluntad de dar a Atenas más tiempo para pagar sus deudas, si bien dio pocas señales de que las vaya a perdonar, como exige el nuevo gobierno griego.
Líderes y altos funcionarios de la Unión Europea respondieron a la victoria del partido antirescate Syriza en las elecciones griegas del domingo con advertencias de que una reestructuración de su deuda enviaría un mensaje equivocado a otros miembros de la zona euro.
Los ministros de Finanzas de la zona euro se reunieron este lunes en Bruselas para analizar cómo actuar con Grecia tras el cambio de gobierno, sobre todo debido a que el actual programa de rescate del país heleno expira el 28 de febrero.
El euro cayó a su mínimo en 11 años después de que el triunfo de Syriza colocó a Atenas en rumbo de colisión con los prestamistas internacionales, amenazando potencialmente su permanencia dentro del bloque de la moneda única.
Sin un plan de rescate, Atenas no podrá participar en el programa de compra de bonos gubernamentales del Banco Central Europeo (BCE) y tendrá problemas para financiarse en el mercado.
Si Grecia se niega a pagar la deuda contraída con la zona euro, es probable que los inversores privados tampoco le presten dinero, dijeron funcionarios.
Se espera que los ministros de Finanzas anuncien que podrían extender el actual rescate a Atenas para dar tiempo al nuevo gobierno a negociar su política económica con los prestamistas internacionales y hablar sobre el aplazamiento del pago de lo que Grecia les debe.
El primer ministro finlandés, Alexander Stubb, dijo que su país está dispuesto a discutir un aplazamiento si el nuevo gobierno puede comprometerse con los contratos acordados y las reformas estructurales prometidas.
"No perdonaremos los préstamos, pero estamos dispuestos a discutir la extensión del programa de rescate y sus vencimientos (...) Pero esto no cambiará el hecho de que Grecia debe seguir con sus reformas económicas", afirmó a los periodistas.
El miembro del Comité Ejecutivo del BCE Benoit Coeuré dijo que la institución no participará en ningún recorte de la deuda para Grecia, si bien era posible hacer cambios a los vencimientos de la deuda.
"Él (el líder de Syriza, Alexis Tsipras) tiene que pagar, esas son las reglas europeas del juego", afirmó Coeuré a la emisora de radio Europe 1. "No hay lugar para las acciones unilaterales en Europa, pero eso no excluye una discusión, por ejemplo, sobre la reprogramación de su deuda".
Este mensaje se escuchó en gran parte de Europa, especialmente en Alemania, cuya canciller ha liderado los llamados al rigor presupuestario.
El diario más vendido de Alemania, el Bild, tituló "Los griegos eligen la pesadilla del euro", al tiempo que recordaba que su país ha contribuido hasta el momento con 80.000 millones de los 240.000 millones de euros del rescate griego.
El comisario europeo alemán, Guenther Oettinger, dijo que una reestructuración de la deuda griega enviaría el mensaje incorrecto a otros países de la zona euro.
"Si recortamos la deuda, daría una señal errada a Portugal o Irlanda, Chipre o España", afirmó Oettinger a la radio alemana Deutschlandfunk, agregando que el nuevo gobierno en Atenas debe cumplir los acuerdos con sus socios de la zona euro.