El candidato Henri Falcón, eligió al economista jefe de la firma Torino Capital, Francisco Rodríguez, para diseñar su plan de acción. El experto plantea dolarizar la economía, buscar US$15.000 millones al año y revisar el cobro de impuestos a petroleras.
Caracas. Venezuela necesita dolarizar su economía, buscar unos US$15.000 millones al año en el exterior y revisar el cobro de impuestos a las petroleras si quiere revertir la "destrucción" que provocó el gobierno del presidente Nicolás Maduro, según el asesor económico de su principal adversario electoral.
El candidato independiente Henri Falcón, un exgobernador de 56 años que enfrentará a Maduro en los comicios presidenciales del 20 de mayo pese a la decisión de la coalición opositora de no participar, eligió a un economista que lleva años analizando al país desde Wall Street para diseñar su plan de acción.
"Quien ha destruido la economía de esta nación es Nicolás Maduro", dijo en una entrevista Francisco Rodríguez, el economista jefe de la firma Torino Capital en Nueva York, que volvió a Caracas para acompañar a Falcón, convencido que puede ganar la votación tras el "desastre económico" que vive su país.
"Creo que (Maduro) no tiene idea de cómo manejar esta economía y ese es el problema principal (...) y cuanto más debate tengamos sobre estos temas, tanto más se verá la profunda ignorancia e incompetencia en el actual manejo de la economía", comentó.
Una vez que Falcón reveló la semana pasada que le gustaría contar con Rodríguez como jefe de su equipo económico, Maduro criticó a su rival por recurrir al Fondo Monetario Internacional (FMI) y contratar a "un Chicago boy", aludiendo a los economistas latinoamericanos de derecha que se formaron en esa ciudad de Estados Unidos.
Rodríguez, quien dice que sólo ha visitado dos veces Chicago, afirma no tener ningún problema en acudir a todos los organismos multilaterales para pedir ayuda financiera.
También está a favor de deshacerse de la devaluada moneda local para aplicar una dolarización, que cree será la mejor arma para acabar en seco con la hiperinflación que vive por primera vez la nación petrolera, debido a la emisión de dinero sin respaldo que promueve la actual administración.
"La gente sabe que el gobierno no puede imprimir dólares. La dolarización es una política monetaria perfectamente creíble", afirma Rodríguez, convencido que los votantes apoyarán la idea. "Todos los demás tipos de programas de ajuste pueden fallar".
La inflación venezolana trepó a 6.174% en febrero, según la medición del Congreso opositor ante la falta de datos oficiales. Rodríguez teme que el fenómeno se prolongue por varios años más si no se toman medidas efectivas.
Para asumir el billete verde y estabilizar la economía, Venezuela necesitaría entre US$15.000 millones y US$20.000 millones anuales, según sus cálculos, y piensa buscarlos entre inversionistas foráneos, muchos del sector petrolero, y organismos multilaterales como el FMI.
"La economía más disfuncional". Maduro y su predecesor, Hugo Chávez, han satanizado a estas entidades acusándolos de ser instrumentos del capitalismo global en detrimento de los más pobres.
"Después del desastre de esta administración, Venezuela necesitará toda la ayuda financiera internacional que pueda obtener", dijo Rodríguez, mostrándose incluso dispuesto a pedir apoyo a China, que tras prestar US$50.000 millones se convirtió en el mayor aliado financiero de la revolución.
"¿Evitando el FMI, qué ha ganado Venezuela? ¿Qué han conseguido sin cambiar el tipo de cambio, el precio de la gasolina? Todas las cosas que el gobierno pensó que eran impopulares y por lo tanto evitaron (...) han producido la economía más disfuncional del mundo".
Con la más baja producción de petróleo en décadas, el asesor propone atraer capitales incentivando a los socios petroleros en las empresas mixtas, revisando el cobro de impuestos e incluso reduciendo la participación de la estatal PDVSA, que posee por ahora un 60% en esas compañías.
"No vamos a exigir demasiados impuestos a la industria petrolera", comentó Rodríguez.
Pero mientras el economista discute medidas de apertura económica, también apoya la continuidad y mejoramiento de los programas de entrega de recursos y comida a los más pobres, que ya son la mayoría de los 30 millones de personas del país y llevan meses saltando alguna comida al día para sobrevivir a la inflación y la recesión que cumple media década en la nación.
Con esta fórmula, el analista de 48 años está seguro que Falcón conseguirá derrotar a Maduro en una votación donde cree la situación económica terminará por "evaporar" el llamado de la alianza de partidos opositores a no acudir a las urnas.
El asesor incluso se permitió darle un consejo a los tenedores de bonos que se preparan en el mercado internacional para demandar a Venezuela y exigir la cancelación inmediata de los pagos por el servicio de deuda externa demorados por meses.
"Dado que las elecciones están a la vuelta de la esquina, creo que tiene mucho sentido que los inversores esperen", sostuvo. "Una vez que ingresemos al gobierno, sin duda será más fácil tanto para Venezuela como para los inversionistas si esa aceleración (de pagos) aún no ha tenido lugar".