En un seminario en el marco de una reunión de ministros de Finanzas de la Unión Europea, el presidente del Eurogrupo de 17 ministros de la zona euro, Jean-Claude Juncker, dijo que existía una necesidad de avanzar hacia lo que llamó una "reestructuración suave" de la deuda griega.
Bruselas. Una alta autoridad financiera de Europa admitió por primera vez este martes que Grecia podría tener que reestructurar sus deudas, una medida que podría profundizar de nuevo la crisis de deuda soberana europea.
En un seminario en el marco de una reunión de ministros de Finanzas de la Unión Europea, el presidente del Eurogrupo de 17 ministros de la zona euro, Jean-Claude Juncker, dijo que existía una necesidad de avanzar hacia lo que llamó una "reestructuración suave" de la deuda griega.
Juncker explicó que la gran prioridad de Grecia era recaudar 50.000 millones de euros en privatizaciones de activos estatales y usar ese dinero para pagar sus deudas, que son casi el 150% del Producto Interno Bruto (PIB).
A cambio, dijo Juncker, podría considerarse algún tipo de reestructuración de la deuda helena.
"Si Grecia hace todos estos esfuerzos, entonces debemos ver si es posible realizar una reestructuración suave de deuda griega. Me opongo terminantemente a una fuerte reestructuración de la deuda griega", afirmó, en la primera oportunidad en que se admite la posibilidad desde que comenzó la crisis hace 18 meses.
Por su parte, el viceministro de Finanzas de Alemania dijo que los tenedores privados de bonos griegos deberían sumarse a una reestructuración de deuda sobre una base voluntaria, si Grecia no logra hacer reformas fiscales adicionales.
Joerg Asmussen dijo a periodistas, en el marco de la reunión de ministros de Finanzas de la UE, que la situación de las finanzas griegas era tan mala que un equipo de expertos de la unión, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Central Europeo tendrán que pasar una semana más en Atenas para tratar de avanzar en los problemas.
Grecia y España tuvieron exitosas subastas de letras del Tesoro el martes , aunque quizás lo más expresivo fue que el costo de asegurar la deuda griega contra la moratoria de pagos subió .
Por semanas, las altas autoridades europeas habían descartado la idea de una reestructuración de deuda, preocupados de sentar un precedente y por el extendido impacto que podría tener sobre el sistema financiero y el Banco Central Europeo, que poseen deuda griega.
Pero los mercados financieros se han comportado de manera estable al incorporar la probabilidad de una reestructuración. Los analistas de deuda soberana están casi todos de acuerdo en que lo de Grecia es inevitable, dado el tamaño de la deuda y la incapacidad del Gobierno para manejarla.
Una torre de babel. Aunque el pronunciamiento de Juncker marca un hito en los comentarios oficiales sobre la situación helena, hubo desencuentros entre los demás ministros respecto a si tal medida era la adecuada o incluso si era posible de hacer.
"Reestructurar, reprogramar ... está fuera de la mesa", dijo la ministra de Economía de Francia, Christine Lagarde, en la noche del lunes, después de que Juncker había hablado de un "reperfilamiento" de la deuda griega, una manera de extender los plazos de sus préstamos sin llevar a cabo un proceso de reestructuración más fundamental.
"Una reestructuración o una reprogramación, que constituirían una situación de cesación de pagos, lo que llamaríamos un evento de crédito, están fuera de la mesa para mí", aseguró.
El consejero del BCE Ewald Nowotny dijo a una radio austríaca que una "reestructuración suave" no estaba dentro de las posibilidades, insistiendo en que Grecia necesitaba apuntalar sus finanzas.
La confusión rodea la situación, dado que mientras todas las autoridades de la UE han rechazado la perspectiva de una moratoria total, habían introducido al menos tres términos para referirse a la posibilidad de una alteración en el calendario de pagos de la deuda griega: reestructuración, reprogramación y reperfilamiento.
Ahora Juncker salta a la escena con una "reestructuración suave".
Desde el punto de vista de los mercados, habrían pocas diferencias entre esos términos.
Pero los analistas de deuda soberana hace una distinción entre reestructuración, que involucra pérdidas forzadas, y "reperfilamiento", en que a los tenedores de bonos se les pide canjear deuda de corto plazo por bonos más largos con un cupón similar, de modo de alterar el perfil de la curva de rendimiento y dar al deudor más tiempo para pagar el préstamo.
Si se realiza un "reperfilamiento" o una "reestructuración suave" en coordinación con los acreedores, en lugar de hacerlo obligatorio, no generaría lo que se llama un "evento de crédito" y por tanto, se evitaría la posibilidad de que los contratos de seguros sobre la deuda tengan que pagar, explican analistas.
Pero las repercusiones aún podrían ser amplias.
Cerca del 70% de los bonos del Gobierno griego -valorados en torno a 215.000 millones de euros- permanecen en manos extranjeras, principalmente en bancos francesas, alemanes y estadounidenses, y en el Banco Central Europeo.
Un "reperfilamiento" probablemente signifique una postergación del pago, lo que podría causarles problemas crediticios a los acreedores.
Credit Suisse señaló en una nota de investigación que ahora esperaba una reestructuración voluntaria de la deuda griega, y dijo que no debería generar un evento de crédito, aunque tendría repercusiones.