Con este panorama, la cámara alerta que sería "fundamental determinar ajustes salariales que están de acuerdo al comportamiento de los diferentes sectores de actividad y sus capacidad de productividad".
El sector comercio y servicios atravesó un proceso de "desaceleración importante" en sus ventas durante el primer semestre de este año, tendencia que se mantendría para lo que resta del año, producto de un mercado laboral menos dinámico, una baja en el poder adquisitivo, acompañado de un menor optimismo de los consumidores y de avidez por el crédito, advirtió ayer la gremial del sector en su encuesta del segundo trimestre del año. Más de un tercio de los empresarios proyecta reducir su plantilla de trabajadores.
Con este panorama, la cámara alerta que sería "fundamental determinar ajustes salariales que están de acuerdo al comportamiento de los diferentes sectores de actividad y sus capacidad de productividad" para evitar "efectos no deseados" como reducción de puestos de trabajo y presiones adicionales sobre los precios internos.
Según la encuesta, si bien la evolución de los precios en los últimos meses registraron subas importantes en la mayoría de los bienes de consumo considerados, las empresas "no han trasladado los mayores costos del precio final de los productos, como medida para no desalentar la demanda en un contexto de menores ventas".
El precio del dólar durante el segundo trimestre cerró en promedio 16% por encima del registrado en igual período del año pasado.
Los rubros que más se vieron perjudicados fueron los dedicados a la comercialización de bienes durables importados como electrodomésticos, ferreterías, pinturerías, vehículos y maquinaria agrícola. Precisamente, la apreciación de la moneda norteamericana es uno de los "factores que genera mayor preocupación", según la opinión que transmitieron los empresarios. A esto hay que sumarle un pobre desempeño del sector hotelero, producto de un contexto regional adverso.
"Los empresarios no son optimistas acerca de que la situación económica del país mejore en los próximos meses", señala. Solo el 2% de los consultados planean aumentar su nivel de inversión durante el próximo semestre. Además, el 38% encuestado prevé reducir su plantilla de trabajadores en igual período, hecho que coincide con el 69% de los empresarios que considera que aumentará el peso de los costos salariales en lo que resta del año.
Durante el segundo trimestre, algunos indicadores clave como el desempleo que trepó al 7,4% o la inflación que supera el 9%, se tradujeron en una mayor cautela del consumidor que se refleja "en una menor predisposición a contraer crédito" y en su intensión de adquirir bienes y servicios.
De un total de 28 sectores del comercio y servicios de Montevideo, solamente ocho registraron un aumento de sus ventas en términos reales durante el segundo trimestre, los restantes 20 mostraron caídas (ver gráfica). En el primer trimestre, el 46% de los rubros había mostrado un repunte en su nivel de ventas, porcentaje que cayó al 19% en el período abril-junio.
"Con estos resultados a la vista, queda en evidencia que la actividad comercial sigue resintiéndose trimestre a trimestre de forma generalizada. Dicho deterioro se ha venido manifestando como producto de las condiciones desfavorables que imperan en el contexto internacional y que se han traducido en desequilibrios a nivel interno", explica la encuesta.