La subida del Índice de Precios al Consumo (IPC) en el primer mes del año alcanzó a 1,9%, con fuertes incrementos en los rubros vivienda y alimentos y bebidas.
La inflación se disparó nuevamente en enero hasta 8,72% en el acumulado de 12 meses, luego de una suba de los precios de 1,9% en el primer mes del año que superó todos los pronósticos de privados.
Según la mediana de los pronósticos de los analistas que consulta el Banco Central en su encuesta mensual, la suba de precios para enero debería haber sido de 1,1%.
El más pesimista previó una inflación de 1,51%.
La suba del Índice de Precios al Consumo (IPC) en enero más que duplicó la variación registrada en igual mes del año pasado, cuando había sido de 0,74%, según publicó este lunes el Instituto Nacional de Estadística (INE). En ese entonces el acumulado de 12 meses había sido de 8,05%.
El gobierno había logrado bajar la variación anualizada de los precios a 7,48% al cierre de 2012 valiéndose de medidas heterodoxas como los acuerdos de precios con los supermercados –que rigieron hasta fin de año- y una bonificación en la tarifa energética aplicada por UTE.
Con ese tipo de medidas logró una deflación en el último mes del año de 0,73%.
La suba mayor en el primer mes del año se dio en el rubro vivienda (7,21%), donde incide fuertemente la normalización de la tarifa energética respecto al beneficio extraordinario del mes previo. Según el INE, la suba en el precio de la energía eléctrica fue de 23,77% en el mes.
Ese factor volverá a ser inflacionario este mes cuando entre en vigencia el aumento anual de la tarifa de UTE de 5,6%.
A eso se sumó también los ajustes en alquileres, gastos comunes, e impuestos, entre otros rubros domiciliarios.
El rubro vivienda tuvo una incidencia de 0,97 puntos porcentuales en la inflación de enero.
El segundo factor inflacionario en enero por incidencia fue el aumento de los precios de alimentos y bebidas no alcohólicas. Ese rubro registró una suba de precios de 1,58% que pesó en 0,42 puntos porcentuales del dato mensual, que recoge el ajuste de los supermercados luego de la caída del acuerdo de precios.