El subsecretario de Trabajo, Nelson Loustaunau, que hoy “no están dadas las condiciones” para introducir cambios en los lineamientos de las pautas que fijó el Poder Ejecutivo el año pasado.

El ministerio de Trabajo tomó con cierta “sorpresa” la posición de su par de Economía de “revisar” algunos lineamientos de los Conejos de Salarios para la próxima ronda de ajuste salarial, como la posibilidad de eliminar los correctivos por inflación pasada. El subsecretario de Trabajo, Nelson Loustaunau, dijo a El Observador que hoy “no están dadas las condiciones” para introducir cambios en los lineamientos de las pautas que fijó el Poder Ejecutivo el año pasado.

Entrevistado por El Espectador el jefe de la Asesoría Macroeconómica, Andrés Masoller, anunció que en los próximos meses se comenzará a “elaborar un lineamiento más definitivo” para la ronda de negociación que culminará en junio donde se “plantearán algunas pautas específicas”.

Admitió que a su cartera le “preocupa” que parte de los ajustes salariales están “indexados” a la inflación pasada. “Consideramos que los acuerdos salariales tienen que estará alineados con la situación del país, con los problemas inflacionarios, y en ese sentido vamos a tener una participación activa; un diálogo profundo con todos los actores (...), a los efectos de ordenar la discusión salarial y compatibilizar el crecimiento de los salarios con la estabilidad de precios”, adelantó Masoller.

Empero, el subsecretario de Trabajo dijo que su cartera “desconocía” esta propuesta de Economía, y que, por ahora, la próxima ronda de Negociación Colectiva trabajará con las mismas pautas que tuvo la ronda que culminó en diciembre pasado.

Masoller señaló que al gobierno le “preocupa la inercia del actual esquema de negociación”. En ese sentido, explicó que el esquema actual de un componente de inflación pasada y otro de recuperación “tenía una lógica más clara” cuando se trataba de recuperar el salario real perdido en la crisis de 2002. “Creemos que en un marco de más estabilidad de precios esa lógica de negociación debe ser revisada par ir hacia otros esquemas posibles que hay que discutir con los actores”, afirmó.

No obstante, para Loustaunau modificar la pauta de ajuste será “difícil” y “compleja”. “Lo veo de dudosa aplicación en la medida que habría que salir del esquema de la Negociación Colectiva que trazó el gobierno hasta el momento”, argumentó. Agregó que con los guarismos inflacionarios que maneja el país, “que aún son altos”, se hace “muy complicado” eliminar los correctivos por inflación pasada. “Con una inflación en el entorno del 8% no parece viable. Habría que tener una inflación en el entorno del 2% y los salarios muy vinculados a la productividad”, explicó el jerarca de Trabajo.

La ronda de negociación salarial que culmina en junio involucra a 32 subgrupos. Los más relevantes en número de trabajadores son la industria láctea, el servicio doméstico y la forestación.

Consultado por la propuesta de Masoller, el director del Instituto Cuesta Duarte del Pit-Cnt, Milton Castellano, dijo que “están abiertos” a estudiar un cambios de la fórmula siempre y cuando la misma asegure el mantenimiento del salario real y también un incremento si la economía crece.