El ex presidente uruguayo y candidato en la próximas elecciones defendió las reformas estructurales realizadas por su partido durante la última década, que, en su opinión, auspiciaron que el crecimiento se mantenga a pesar de que el contexto económico regional ya no es tan favorable.
El candidato del Frente Amplio FA) a la Presidencia de Uruguay, el ex mandatario Tabaré Vázquez, reconoció este domingo que las economías latinoamericanas sufren una desaceleración en su ritmo de crecimiento, pero expresó su seguridad en que Uruguay no se verá afectada por este hecho, a pesar de que "ya no hay viento de cola".
En una entrevista concedida al diario El País, de Uruguay, el ex presidente de esta república entre 2005 y 2010 defendió las reformas estructurales realizadas por su partido durante la última década, que, en su opinión, auspiciaron que el crecimiento se mantenga a pesar de que el contexto económico regional ya no es tan favorable.
Para definir la política económica del país y de cara a las próximas décadas y apuntalar el desarrollo del país, Vázquez ofreció al resto de los partidos establecer un "gran diálogo nacional en economía" o en infraestructuras.
También expresó su disposición a dialogar para conseguir pactos con el resto de las fuerzas políticas, en caso de que tras las próximas elecciones generales su partido no cuente con la mayoría parlamentaria suficiente para legislar sin apoyos.
El candidato se mostró a favor de que los partidos de la oposición colaboren con el Gobierno, pero aseveró que no puede confirmar si les cedería alguna cartera ministerial en caso de que no obtuviera una mayoría parlamentaria.
Según las encuestas, la distancia entre el Frente Amplio y su principal rival, el Partido Nacional del candidato Luis Lacalle Pou (41 años), se redujo en las últimas semanas, lo que dificultaría la obtención de una mayoría en la Cámara alta a cualquier de las fuerzas que ganara las elecciones.
La primera vuelta está prevista para el 26 de octubre, mientras que la segunda, para el 30 de noviembre.
Preguntado por el deterioro de la seguridad en el país, el candidato frenteamplista reconoció que desde la crisis económica de 2002 se produjo un incremento de los actos delictivos, vinculados a la proliferación de la droga denominada pasta base y a los problemas sociales que genera.
De ganar las elecciones, anunció que creará un organismo para atender a las víctimas de la violencia, y continuará la política actual de reforzamiento de la Policía y reducción del hacinamiento carcelario.
En cuanto a la política educativa, incidió en que es necesario mejorar el actual sistema con acciones que persigan una mejor formación y las condiciones de trabajo de los profesores.