El economista dijo que hay que rechazar la premisa de que los países ricos en recursos naturales deben dedicarse a exportar solamente éstos y deben aplicar políticas de innovación efectivas.

Desafíos de productividad, diversificación de exportaciones y equidad planteó el ex ministro de Hacienda y pre candidato presidencial de Chile, Andrés Velasco para la próxima década en América Latina, durante el II Foro Multilatinas: La hora de los emergentes organizado por AméricaEconomía en Bogotá, Colombia.

El economista enfatizó que hay que rechazar la premisa de que los países ricos en recursos naturales deben dedicarse a exportar solamente éstos y deben aplicar políticas de innovación efectivas. En ese sentido, dijo que hay que apoyar directamente a los sectores productivos que se consideren estratégicos para el desarrollo de innovación y evitar los temores de que los Estados escogen a dedo a los ganadores.

“Todos los países tienen políticas espaciales para desarrollar los sectores financieros. ¿Por qué no se puede hacer los mismo con otros?, dijo Velasco.

En cuanto a la diversificación de exportaciones, el economista afirmó que en América Latina “somos malos para hacer cosas nuevas” y que hay que arriesgarse a entrar a nuevos sectores, hacer nuevos productos e ingresar a otros mercados. También planteó que la escasez de capital de riesgo en la región influye en esta falta de diversificación.

El desempleo en América Latina es otro de los problemas en la región, dijo. La baja participación femenina en el mercado del trabajo es parte de esta dificultad y la desigualdad en el acceso al empleo, pues el índice de desocupación es muy menor en las personas que pertenecen a los segmentos de mayores recursos.

¿Qué hacer?. De acuerdo a Velasco hay que mejorar la calidad de la educación, la capacitación laboral, la inequidad del acceso a la información sobre empleo y subsidiar el empleo a los jóvenes y mujeres. “En la nueva década deberemos enfrentar el posible fin del auge de los precios de los commoditties y una sociedad más exigente y menos tolerante a las malas prácticas”, señaló.