El informe "La disyuntiva de fin de año en Venezuela: devaluar o no devaluar" de la firma Econalítica indica que de ejecutarse una devaluación de la moneda de 23,3% generará ingresos adicionales por US$12.925 millones.
La posibilidad de una devaluación en 2012 es un tema que hoy en día genera mayor incertidumbre debido a las consecuencias que podría generar en un año electoral.
Sin embargo, algunos análisis reiteran que un ajuste cambiario pondrá en manos del Gobierno mayores recursos para gastar precisamente en medio de la contienda.
El informe "La disyuntiva de fin de año en Venezuela: devaluar o no devaluar" de la firma Econalítica indica que de ejecutarse una devaluación de la moneda de 23,3% generará ingresos adicionales por 68.500 millones de bolívares fuertes (US$12.925 millones) o 3% del Producto Interno Bruto.
"Todo esto a costa de mayores presiones inflacionarias, incluso superiores a las ya esperadas por el mercado, es decir, la inflación sobrepasaría la barrera del 30%", se destacó en el documento.
Ecoanalítica maneja tres escenarios para 2012, la primera (políticamente arriesgada pero económicamente más eficiente) llevaría el dólar oficial de Bs.F. 4,30 a Bs.F. 5,30 (ajuste de 23,3%). Mientras que el Sitme aumentaría de Bs.F. 5,30 hasta Bs.F. 6,50 (devaluación del 22,6%).
Sin embargo, apunta que ya el gasto público "se ha vuelto menos eficiente en cuanto a los objetivos políticos se refiere".
El segundo escenario que se maneja y que la firma considera "políticamente correcto", es dejar todo como está hasta después de las elecciones presidenciales.
El tercero "políticamente moderado" no prevé una devaluación de Cadivi antes de las elecciones presidenciales de 2012, sino ajustes en el tipo de cambio del Sitme a Bs.F. 6,50 con un mercado cambiario segmentado.