Pese a la incertidumbre, muchos analistas creen que el Ejecutivo "no es un suicida económico" y que se verá en la necesidad de ejecutar un ajuste cambiario y tributario.
La posibilidad de un ajuste cambiario en este año 2013 estaba más que cantado, según la opinión de analistas económicos.
Sin embargo, hasta la fecha aún no se toma decisión al respecto y la incertidumbre se incrementa en muchos venezolanos e inversionistas. "El mercado está nervioso", señalan algunos operadores.
El gobierno ha insistido en afirmar que cualquier decisión sobre este tema no puede adelantarse, pero tampoco niega categóricamente la posibilidad de un anuncio de devaluación.
Algunas fuentes han señalado que la ausencia en el país del presidente Hugo Chávez debido a su enfermedad, ha retrasado la toma de decisiones y, especialmente, en materia económica.
No obstante, el vicepresidente Nicolás Maduro indicó en entrevista a Telesur el pasado martes, que el jefe de Estado estaba consciente y pendiente de la situación del país. "¿Cómo está la cosa económica?", preguntó Chávez a Maduro.
Muchos analistas creen que el Ejecutivo "no es un suicida económico" y que se verá en la necesidad de ejecutar un ajuste cambiario y tributario para cuadrar sus cuentas, debido al alto déficit fiscal que le dejó 2012. Otros señalan que la posibilidad de nuevas elecciones presidenciales en este período o de una reforma constitucional, aleja la toma de decisiones como la devaluación.
La tenencia en el gobierno de una serie de fondos en divisas y en bolívares le permite también retrasar este tipo de medidas, pero para otros economistas, tendrá que ejecutar los ajustes a más tardar en el segundo semestre.
El tipo de cambio oficial de Cadivi lleva dos años en Bs. 4,3 por dólar, mientras que la tasa para realizar operaciones de bonos en divisas en el Sitme se fijó en Bs. 5,3 por dólar.
En los últimos meses de 2012 el tipo de cambio no oficial mostró incrementos significativos, presionado por la poca oferta de divisas en el mercado formal y por las expectativas de modificaciones en la política cambiaria.
Hay ingresos pero hay que ajustar. El precio promedio de la cesta de petróleo venezolano cerró 2012 en $103,46. Esto significa que el gobierno recibió $53 más por cada barril vendido, duplicando así lo estimado para ese año, pues se había presupuestado en $50.
Las exportaciones petroleras cerraron el período en $92.233 millones, lo que significó un alza de 4,6% en comparación a 2011 ($88.132 millones).
Algunos analistas consultados sostienen que, a pesar de los altos ingresos petroleros, el gobierno se verá obligado a devaluar el bolívar en 2013. José Manuel Puente, profesor de Políticas Públicas del Iesa, explicó que debido al alto déficit fiscal (diferencia entre los excesivos gastos sobre los ingresos), el Fisco necesita devaluar para cuadrar su flujo de caja y cubrir sus cuentas.
"El nivel del déficit fiscal del gobierno central, es decir, gasto sobre ingresos, puede estar entre 8% a 9% del PIB. Lo que quiere decir que a pesar de los altos ingresos y del alto diferencial de los precios del petróleo en el presupuesto, el gobierno tiene un gigantesco déficit", dijo.
Explicó que aunque las autoridades financieras establecieron una cotización del barril de crudo en $50 para 2012 y el efectivamente realizado fue de $103, recordó que el gobierno decretó Bs. 173.000 millones en créditos adicionales.
Un informe de la firma Ecoanalítica destaca que los inicios de 2013 estará "plagado de incertidumbre". Señala que en lo económico tres elementos desempeñarán un papel crucial: estabilidad en los precios del petróleo, un ajuste cambiario y la enfermedad del presidente Chávez.
Coinciden en que "en materia de política fiscal, desde hace seis años, la gestión del gobierno ha estado marcada por el déficit en cuentas públicas, que no solo es permanente, sino que ha venido en constante aumento.
Ecoanalítica indica que la situación que se observó en 2012 solo fue posible gracias a la existencia del control cambiario que, al represar los bolívares, le permite al Ejecutivo contar con fondos "casi infinitos" para financiarse. Sin embargo -según la firma- en 2013 la situación luce más compleja, pues el precio petrolero se perfila estable y la capacidad de endeudamiento del sector público luce insuficiente para el tamaño de la brecha fiscal.
"Estamos convencidos de que el Ejecutivo postergará la decisión de ajuste del tipo de cambio oficial. Estimamos que se mantendrán la tasa de Cadivi e igualmente el Sitme. No descartamos en esta nueva coyuntura una emisión de deuda privada entre Pdvsa y el BCV para darle soporte al Sitme", se afirmó en el informe.
La firma calcula que el sector público consolidado (gobierno central más Pdvsa y otras empresas del Estado) arrojará un déficit cercano a 16 puntos del PIB y que el stock de deuda pública consolidada de la República, cerró el año por encima de los $150.000 millones, cerca de 50% del PIB.
Para el economista Luis Oliveros, Pdvsa es la mayor interesada en que se decrete un ajuste cambiario, ya que requiere más recursos para mantener la industria y los programas sociales.
Además, recordó que la estatal mantiene una alta deuda con el Banco Central de Venezuela y con sus proveedores, por lo que necesita el ajuste para cuadrar su flujo de caja.
"También Venezuela tiene dos años sin devaluar y continúa presentando una alta inflación, lo que la ha hecho menos competitiva frente a sus socios comerciales. Esto significa que los precios en Venezuela han aumentado muy por encima de los de otros países, lo que le genera un desequilibrio en su balanza de pagos".
Explica que este tipo de desequilibrios sólo se soluciona con un ajuste en la tasa de cambio oficial, ya que la moneda local se encuentra sobrevaluada.
Oliveros coincide en que las cuentas públicas finalizaron 2012 con un déficit cercano a 16% del PIB, lo que la coloca "en el más alto de toda la historia económica del país y a pesar de contar con uno de los precios del petróleo más altos de los últimos años".
El especialista sostiene que esta situación en la que se encuentra las arcas del Estado es producto del alto gasto público ejecutado el pasado año, el cual lo coloca en 5% del PIB, "un monto realmente alarmante y preocupante. Esa brecha fiscal se resuelve con más deuda, diminuyendo el gasto o devaluando".