La medida establece que el monto de divisas asignado dependerá del destino del viaje y los días de permanencia del turista o viajero.
Caracas. El gobierno venezolano publicó este viernes en la Gaceta Oficial las regulaciones del Centro Nacional de Comercio Exterior para la adquisición de divisas en el extranjero y compras electrónicas, con montos máximos y según la duración de los viajes fuera del país.
La medida establece que el monto de divisas asignado dependerá del destino del viaje y los días de permanencia del turista o viajero.
El monto autorizado deberá cancelarse al tipo de cambio resultante de la última asignación de monedas extranjeras realizada en el Sistema Complementario de Adquisición de Divisas (Sicad) y que será publicado a través de la página web del Banco Central de Venezuela cada semana.
Las personas que viajen a Africa, Asia, Europa y Oceanía tendrán disponibles US$2.000 si su estadía comprende entre uno a siete días, si sube a ocho días o más tendrá disponibles US$3.000 dólares.
En viajes a Belice, Canadá, Chile, El Salvador, Estados Unidos de América (excepto el Estado de La Florida), Guatemala, Guyana, Honduras, México, Suriname, se asignarán al viajero US$1.000 dólares en viajes de uno a tres días.
Si el viaje consume de cuatro a siete días, dispondrá de US$2.000 y si rebasa los ocho días, serán asignados US$2.500.
Los mismos montos serán asignados en viajes de igual duración para los países de la Alianza Boliviariana de las Américas (Antigua y Barbuda, Bolivia, Cuba, Dominicana, Ecuador, Nicaragua, San Vicente y Las Granadinas) y los Países del Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay).
Para viajes a Aruba, Bonaire, Colombia, Costa Rica, Curazao, Panamá, Perú, estado de La Florida (Estados Unidos de América) serán asignados 300 dólares si su estadía va de uno a tres días; US$500 para una permanencia de cuatro a siete días y US$700 a partir de ocho días o más.
Para otras Islas del Caribe, la regla fija la asignación en US$500 de uno a tres días, US$700 de cuatro a siete, y US$1.000 de ocho días o más.
El documento publicado hoy explica que se mantiene la asignación de US$500 por concepto de cupo viajero en efectivo, o su equivalente en otra moneda extranjera, excepto a las personas que viajen a Colombia, Panamá, Costa Rica, Perú, estado de La Florida en Estados Unidos y otras islas del Caribe al margen de la Alba con montos de US$300.
Además, el usuario tendrá cinco días hábiles para retirar las divisas en efectivo en su operador cambiario.
En el caso de tarjetas de crédito, el ciudadano podrá disponer mensualmente de hasta el 10% del monto máximo anual otorgado, deducible del monto por solicitud, para los adelantos en efectivo en moneda extranjera, los cuales solo podrá obtener a través de los Cajeros Autorizados ubicados en el exterior.
El texto indica la reducción del cupo de US$400 a US$300 por año o su equivalente en otras monedas a cada usuario, para el pago de consumos de bienes y servicios efectuados con tarjetas de crédito mediante operaciones de comercio electrónico con proveedores en el extranjero desde Venezuela.
De igual forma se regula la cantidad de divisas que podrá cada persona enviar al exterior por concepto de remesas familiares cuyo máximo será de US$500 y podrá ser distribuida mensualmente entre un número no mayor de tres beneficiarios, por un monto hasta de US$166,66.
La solicitud no podrá ser acumulativay el tipo de cambio será establecido según la última asignación de divisas realizada por el Sicad para el momento de la Autorización de la Liquidación de Divisas.
La regulación también fija requisitos, controles y trámites para la solicitud de autorización de adquisición de divisas destinadas al pago de consumos en el extranjero.
Entre estos pagos figuran el pasaje del usuario, aéreo o marítimo de ida y vuelta al territorio venezolano, la Cédula de identidad, el pasaporte vigente, la visa y el registro único de información fiscal (RIF).
El pasado 22 de enero, el vicepresidente para el Area Económica de Venezuela, Rafael Ramírez, en rueda de prensa anunció que el país se regirá por un nuevo modelo cambiario, basado en un sistema de bandas más flexible que el actual donde se tomarán en cuenta los precios máximos y mínimos de las divisas.