Pese a esto, las ventas acumularon un crecimiento del 3,5% en el primer trimestre del año frente al mismo período del año pasado y del 6,8% en los últimos doce meses hasta marzo, respecto al período entre abril de 2011 y marzo de 2012.
El volumen de ventas del comercio minorista brasileño bajó un 0,1% en marzo frente a febrero, tras haber caído un 0,4% en febrero en la comparación con enero, informó el estatal Instituto Brasileño de Geografía y Estadísticas.
En la comparación con el mismo mes del año pasado, sin embargo, las ventas de los comerciantes crecieron un 4,5 % en marzo.
Las ventas acumularon un crecimiento del 3,5% en el primer trimestre del año frente al mismo período del año pasado y del 6,8% en los últimos doce meses hasta marzo en la comparación con el período entre abril de 2011 y marzo de 2012.
"En términos trimestrales los números muestran un empeoramiento en el ritmo de crecimiento del volumen de ventas del comercio, con la tasa cayendo desde el 7,3 % en el último trimestre de 2012 hasta el 3,5% en el primero de 2013", advirtió el instituto.
Según el organismo, seis de los diez sectores analizados registraron crecimiento en el volumen de ventas entre febrero y marzo.
Los sectores con mejor desempeño fueron textiles, confecciones y calzados, cuyas ventas crecieron un 3,9%, combustibles y lubrificantes (+2,4%); vehículos, motocicletas y autopiezas (+1,9%); muebles y electrodomésticos (+0,7%) y material de construcción (+0,7%).
Entre los sectores cuyas ventas se redujeron entre febrero y marzo destacaron artículos farmacéuticos, médicos y cosméticos (-1,9%); alimentos, bebidas y supermercados (-2,1%); libros, periódicos y revistas (-2,9%) y equipos y material para oficina e informática (-5,2%).
Las ventas de alimentos y supermercados, tradicionalmente las de mayor volumen del comercio en Brasil, ya habían registrado una reducción en febrero en la comparación con enero y en relación al mismo mes del año pasado.
La reducción de las ventas de alimentos es atribuido en parte a la fuerte subida de los precios.
El nuevo resultado negativo del comercio supone una alerta para el consumo interno, que ha sido el principal motor de la economía brasileña en los últimos años y ha ayudado a atenuar los efectos de la crisis económica internacional, ya que la demanda interna compensa en parte la bajada de las exportaciones.