Las ventas minoristas cayeron un 5,5% en la comparación interanual desde el declive de 5,3% de julio. El pronóstico era de una baja de un 5%.
Las ventas minoristas en Brasil disminuyeron por segundo mes seguido en agosto pese a un alza de las ventas en los supermercados, en un nuevo indicio de debilidad para una economía que intenta salir de una recesión que ya dura dos años.
Los volúmenes de las ventas al detalle, sin contar autos ni materiales de construcción, bajaron un 0,6% en agosto respecto a julio tras ajustes estacionales, en línea con los pronósticos en un sondeo de Reuters, reportó el martes el estatal Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE).
Las ventas minoristas cayeron un 5,5% en la comparación interanual desde el declive de 5,3% de julio. El pronóstico era de una baja de un 5%.
Las ventas disminuyeron en seis de los ocho sectores que cubre el IBGE y los mayores declives estuvieron en equipo de oficina, farmacéuticas, muebles y libros.
Sin embargo, las ventas de alimentos y en supermercados, que representan la mayor proporción de gasto del consumidor, subieron un 0,8% desde julio ya que los precios empezaron a bajar desde el sorpresivo incremento de comienzos de año.
El alto desempleo y las elevadas tasas de interés han afectado a los minoristas, pese a que las expectativas de una recuperación provocaron un alza de la confianza de los consumidores desde mínimos récord.
Un indicador más general que incluye las ventas de vehículos y de materiales de construcción, que son más volátiles, bajó 2% en agosto respecto a julio y tuvo un declive interanual de 7,7%.