Frente a la amenaza de la deflación, el BCE lanzó hace años un programa de estímulo sin precedentes, bajando las tasas a terreno negativo, comprando billones de euros en activos y otorgando una amplia liquidez a los bancos.
Las herramientas no convencionales de las que disponen los bancos centrales en general han funcionado y deberían seguir en los arsenales de política monetaria pese a algunas deficiencias, dijo el martes el vicepresidente del Banco Central Europeo, Vitor Constancio.
Frente a la amenaza de la deflación, el BCE lanzó hace años un programa de estímulo sin precedentes, bajando las tasas a terreno negativo, comprando billones de euros en activos y otorgando una amplia liquidez a los bancos. Las medidas impulsaron la inflación más lentamente de lo previsto.
Constancio dijo que el BCE lograría alcanzar "con el tiempo" su objetivo, aun si los encargados de las políticas ahora están desconcertados por la ausencia de presiones de salarios y precios frente a un crecimiento robusto.
"Al mantener un grado suficiente de política monetaria expansiva podemos confiar en que con el tiempo lograremos nuestro objetivo, de conformidad con nuestro mandato", dijo el funcionario durante una conferencia en Fráncfort.
"Las medidas no convencionales van a integrar nuestra caja de herramientas por algún tiempo más y algunas de esas herramientas podrían incluso terminar siendo consideradas convencionales", agregó Constancio.
Frente a un crecimiento económico estable y una inflación débil, el BCE decidirá en octubre si reducir su estímulo, aceptando que la inflación podría tardarse más en llegar a su objetivo de casi un 2 por ciento.
Constancio agregó que, en teoría, el BCE podría seguir bajando sus tasas de interés en la medida que los efectos positivos secundarios sobrepasaban los negativos.