Con reservas internacionales que superan los US$10.300 millones, el mayor nivel al menos en la última década, Uruguay vive un período de bonanza y el 2011 sería su noveno año consecutivo de expansión, dijo Danilo Astori.
Montevideo. Uruguay cuenta con recursos suficientes para enfrentar los efectos de la volátil situación financiera internacional, con una liquidez que le permite cumplir con sus compromisos y garantizar el crecimiento de su economía, aseguró este lunes el vicepresidente del país.
Al calificar la situación actual de la economía global como "la más importante crisis de la historia contemporánea del capitalismo", el vicepresidente Danilo Astori argumentó que la pequeña nación sudamericana se ha "prefinanciado" para saldar con éxito eventuales futuras complicaciones.
"Uruguay dispone de recursos financieros suficientes por lo menos para los próximos dos años, entre la liquidez propia que tiene y los recursos de créditos que ha obtenido (...) Al menos en un horizonte razonable de tiempo, (pienso que) el impacto sea bastante moderado", dijo Astori a periodistas.
Con reservas internacionales que superan los US$10.300 millones, el mayor nivel al menos en la última década, Uruguay vive un período de bonanza y el 2011 sería su noveno año consecutivo de expansión, con un crecimiento estimado de un 6% del Producto Interno Bruto (PIB).
No obstante, el vicepresidente admitió que es probable que las posibilidades de crédito a nivel global se limiten, suban las tasas de interés y con ellas el dólar, lo que haría más costoso el financiamiento.
"En los próximos tiempos va a resultar más escasa la disponibilidad de crédito a escala internacional, por lo tanto es probable que haya una tendencia en la suba de las tasas de interés, quizás una recuperación incluso de la moneda norteamericana", añadió.
La moneda uruguaya cerró el lunes con una caída de un 2,6%, a 19,15 pesos por dólar, su cotización más baja en cuatro meses, en un mercado que se vio salpicado por el temor ante una desaceleración de la economía mundial tras la rebaja en la calificación crediticia de Estados Unidos.