México salió relativamente rápido de su peor recesión en 15 años, tras una contracción de 6,1% en 2009, pero un mercado interno plagado de flaquezas en lo que respecta al consumo, empleo y salarios, entre otros.
México DF. El freno al crecimiento económico de Estados Unidos se hace sentir en México al moderar el ritmo exportador del país y podría interrumpir la recuperación de los salarios, el empleo y el consumo, desacelerando este año la expansión de la segunda mayor economía de América Latina.
México salió relativamente rápido de su peor recesión en 15 años tras una contracción de un 6,1% en el 2009, pero un mercado interno plagado de flaquezas en lo que respecta al consumo, empleo y salarios, entre otros, amenaza su segundo año de expansión.
"Hay una infinidad de holguras impresionantes en la economía", dijo Rafael Camarena, economista del banco Santander en Ciudad de México. "El banco central ha insistido en que hay varias holguras en la economía y los indicadores te dicen que la economía no marcha tan rápido", agregó.
Esas holguras son conocidas como "la brecha del producto" y se refieren al diferencial entre el potencial de producción de la economía y lo que realmente produce sin presionar a la inflación.
La brecha la vigila de cerca el banco central y es vital para sus decisiones de política monetaria. La expectativa es que pasará de negativa a cero en las estadísticas hasta los primeros meses del 2012, lo que significa que hay varias holguras económicas que no están presionando a la inflación.
Y ciertos datos lo reflejan: las ventas iguales de Wal-Mart de México, la mayor minorista del país, crecieron sólo un 2,5% en 17 semanas comparables entre enero y abril. En ese lapso, la inflación promedio de México fue del 3,44%.
En el bajo nivel del consumo, y en la brecha directamente, influye el letargo salarial: el ingreso mínimo real en el 2010 fue de 57.19 pesos al día (unos US$5 diarios), mientras que en abril de este año fue de 57.57 pesos, según los datos más recientes de la Secretaría del Trabajo.
Otro factor de holgura es la creación de empleos, que aunque numerosos no han sido de la máxima calidad en cuanto a niveles salariales e impera todavía una fuerte informalidad.
La tasa de desocupación se ubicó en un 5,09% en marzo, según cifras ajustadas por estacionalidad, el mismo nivel de febrero del 2009 cuando el país experimentaba el peor punto de su recesión.
"El nivel de empleo está prácticamente estancado", dijo Alejandro Villagómez, economista del prestigioso Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE).
"Es verdad que en las etapas más tempranas de una recuperación, la creación de empleos se inclina más hacia los bajos salarios. Es el caso de México", dijo por su parte Nicola Brandt, economista senior de la OCDE para México.
El imperio contraataca. La tibieza del mercado laboral ha tenido su lado positivo al no estar generando presiones de demanda, pese a que según el banco central la brecha del producto se cierra con rapidez.
De hecho, la entidad monetaria confía en que los precios oscilarán entre 3% y 4% en 2011 y 2012, pero factores volátiles como los precios de los combustibles y las materias primas podrían descarrilar sus cálculos.
Es tal la sensación de tener la inflación bajo control que una mayoría de analistas cree que la tasa clave de interés seguirá en un 4,5% por varios meses más.
Pero en este escenario, está comenzando a cobrar más fuerza la posibilidad de una desaceleración no tan liviana en Estados Unidos, sobre todo en sus sectores de vivienda e industria, los mismos culpables de la peor recesión en México en 15 años.
"El principal riesgo para la economía mexicana sigue siendo una desaceleración de la economía en Estados Unidos", dijo Sergio Martín, economista del banco HSBC. "México no es inmune a una desaceleración en Estados Unidos", agregó.
Esa amenaza afectaría directamente a la industria mexicana de manufacturas, el pulmón hasta ahora de la recuperación económica, pese a que opera al 60% de su capacidad, según Sergio Cervantes, líder de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra).
Las exportaciones mexicanas están comenzando a registrar tasas de crecimiento muy moderadas, en contraste con las alzas de hasta el 40% observadas entre marzo y mayo de 2010, ayudados por el rebote de demanda desde Estados Unidos.
La economía mexicana podría crecer un 4,3% este año, desde el 5,5% de 2010, aunque algunos funcionarios aseguran que la expansión del 2011 superará a la del año previo.
La bonanza económica de México depende en gran medida de Estados Unidos, su principal socio de negocios y principal destino exportador de petróleo y otros bienes duraderos, por lo que una nueva desaceleración en la economía de Estados Unidos prolongaría el cierre de la brecha productiva.
"Eso es crítico para la recuperación económica en marcha en términos de lo que implica para la mejora en la calidad y el nivel de empleo y, por extensión, de la masa salarial, el consumo privado y la expansión crediticia", dijo Rafael de la Fuente, del banco UBS.
"Sin duda, Estados Unidos representa ahora una limitante muy importante hacia adelante para el cierre de la brecha", dijo por su parte Villagómez del CIDE.