La oficina de presupuesto del Congreso ha advertido que pasar por el abismo provocaría "una importante recesión" y la pérdida de cerca de 2 millones de empleos.
Los inversores esperan un acuerdo que evite que la economía de Estados Unidos caiga en el "abismo fiscal", pero no está claro si los políticos en Washington están listos para lograrlo.
Ante la amenaza de que entren en vigor en enero alrededor de US$600.000 millones en aumentos de impuestos y recortes automáticos al gasto, los inversores dicen que darían la bienvenida a un acuerdo que postergue la mayoría de los cambios hasta que el Congreso pueda alcanzar un acuerdo de reducción del déficit en el largo plazo a comienzos de 2013.
"Al menos me gustaría ver algún tipo de retórica conciliatoria de ambos partidos para dar a los inversores garantías de que viene un gran acuerdo", dijo Jack Ablin, director de inversiones de Harris Private Bank.
Sin eso, las cosas podrían ponerse feas en los mercados. Las acciones de Estados Unidos aceleraron su reciente racha bajista en los días posteriores a la elección de esta semana, en la que los votantes eligieron al presidente Barack Obama, pero dejaron a los republicanos al mando de la Cámara de Representantes y los demócratas controlando el Senado.
Esa misma combinación extendió por largo tiempo las negociaciones para aumentar el límite de deuda de Estados unidos en agosto de 2011.
En el primer comunicado público del presidente Obama desde la elección, el mandatario reiteró este viernes su exigencia de subir los impuestos a quienes ganan más dinero. Anteriormente en el día, el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano John Boehner, dijo que se opone a tal medida.
"Lo que eso significa es que las negociaciones sobre el abismo fiscal se están reanudando exactamente donde quedaron", dijo Ward McCarthy, economista de Jefferies & Co. "Ajústense los cinturones, porque va a ser un fin de año movido en Washington".
La mayoría de los economistas consultados por Reuters dijeron que la confianza de los consumidores y los negocios languidecerá y la economía sufrirá si fracasan las negociaciones para evitar una crisis del presupuesto.
La oficina de presupuesto del Congreso ha advertido que pasar por el abismo provocaría "una importante recesión" y la pérdida de cerca de 2 millones de empleos.
Sin retroceder ni rendirse. Las preocupaciones sobre los peligros que la crisis fiscal representa para la economía de Estados Unidos y pondría a las acciones mundiales en camino a su peor semana desde junio.
El principal punto pendiente son los impuestos: Obama quiere elevar las tasas a las familias que ganan más de US$250.000, mientras que los republicanos quieren concentrarse en los recortes al gasto, diciendo que mayores tasas de impuesto dañarían al crecimiento.
Este viernes, no pareció que ningún bando estuviera listo para ceder. Obama dijo que está "abierto a un acuerdo", pero destacó que la mayoría de los votantes estuvieron de acuerdo con que los estadounidenses más ricos paguen más.
Boehner reiteró su oposición al aumento de impuestos a los ricos, diciendo que desaceleraría el empleo y el crecimiento.
En 2011, un gobierno dividido de manera similar no logró un acuerdo sobre la reducción del déficit que dio paso a la discusión por el "abismo fiscal" que ahora enfrenta la economía.
También llevó a la agencia calificadora Standard & Poor's a rebajar la codiciada nota "AAA" de Estados Unidos y al índice de volatilidad CBOE, la herramienta de Wall Street que mide la ansiedad de los inversores, a niveles asociados con el pánico.
Si bien el Congreso ha postergado las decisiones difíciles, los números no han cambiado: se espera que la deuda federal supere el billón de dólares en 2012 por cuarto año consecutivo.
James Dailey, gerente de cartera de TEAM Asset Strategy Fund en Harrisburg, Pensilvania, está preocupado de que los inversores que estaban conformes con los riesgos antes de la elección se apresuren a salir si parece que la economía va a caer en el abismo.
"Cuando el mercado comienza a vender, se alimenta del miedo y acelera la liquidación", sostuvo.