Operadores dijeron que la intervención conjunta realizada el viernes por los bancos centrales del Grupo de Siete países más ricos (G-7) -la primera desde el 2000- estaba funcionando hasta el momento, ya que el dólar se había estabilizado.
Nueva York. El yen cayó contra el dólar este lunes por segunda jornada, con inversores nerviosos de nuevas ventas de bancos centrales para debilitar a la moneda japonesa, aunque el mercado podrían someter a prueba la decisión de las autoridades presionando de nuevo a la divisa hacia niveles de 80 yenes.
Operadores dijeron que la intervención conjunta realizada el viernes por los bancos centrales del Grupo de Siete países más ricos (G-7) -la primera desde el 2000- estaba funcionando hasta el momento, ya que el dólar se había estabilizado en torno a los 81 yenes y la volatilidad se había reducido desde sus recientes máximos.
En el corto plazo, los analistas dijeron que el área de 80 a 80,85 yenes podría servir como piso del dólar contra el yen y que una caída por debajo de ese nivel podría generar una nueva intervención de los bancos centrales del G-7.
"El mercado ciertamente está muy inquieto de que los bancos centrales se mantengan al margen", dijo Dean Popplewell, jefe estratega de monedas con OANDA en Toronto.
"El mercado también se pregunta quién intervendrá si el yen comienza a apreciarse, si será el Banco de Japón por su cuenta o será otra intervención coordinada. Pero al momento nadie quiere probar las aguas", agregó.
El dólar se negoció con alza del 0,6% a 81,049 yenes en operaciones de la plataforma electrónica EBS, alejándose más del mínimo récord de 76,25 yenes que tocó en EBS la semana pasada.
Los operadores dijeron que la paridad fue fortalecida por la demanda de cuentas de transacciones generadas por modelos, mientras se veían ofertas en 81,30/50 y en 82,00.
Jon Wetreich, estratega de monedas en Brown Brothers Harriman en Nueva York, dijo que la paridad dólar/yen operará en un rango de 80,50 a 82.
"Los mercados tienden a probar los niveles de intervención y el compromiso del banco central, y entonces esperamos una prueba en al menos el nivel de 80,50 esta semana", acotó.
Morgan Stanley dijo en una nota que sus datos de flujos apuntaron a una fuerte demanda del yen la semana pasada, con clientes comprando la divisa japonesa en grandes cantidades.
Operadores y analistas dijeron que el Banco de Japón, el Banco Central Europeo y el Banco de Canadá en conjunto inyectaron cerca de US$32.300 millones en ventas de yenes el viernes. Nomura estimó que la Reserva Federal de Estados Unidos gastó cerca de US$1.000 millones. Las estimaciones para el Banco de Inglaterra no estuvieron disponible.
En una nota a clientes, Barclays Capital dijo que "Japón puede vender todo lo que desee, ya que potencialmente no hay límite en la venta de su propia moneda". Para otros países del G-7, la firma dijo que tienen más de US$53.000 millones de reservas en yenes, que "parecen ser suficientes por cierto tiempo al valor nominal".
¿Regreso del carry trade? En tanto, las acciones subieron en parte por esperanzas de que se haya aliviado la crisis nuclear en Japón que se desató tras el terremoto de hace 10 días, alentando a los inversionistas a regresar a los activos de riesgo, que con frecuencia involucran la venta de yenes para financiar otras compras.
La intervención ha sido exitosa en reducir la volatilidad implícita en la paridad dólar/yen, con un retroceso en las operaciones a un mes a cerca del 12%, muy alejada del 21% del jueves.
El yen cayó contra otras monedas principales. El euro subió un 0,6% mientras que el dólar australiano avanzó un 1,3% y el dólar canadiense ganó un 0,9% contra el yen.
Analistas comentaron que el positivo apetito por riesgo, las expectativas de que las tasas del mercado monetario japonés permanezcan bajas y el freno al yen puesto por el Banco de Japón implicaban condiciones que apoyaban al menos algo de operaciones de carry trade financiadas en yenes.
Las operaciones de carry trade implican endeudarse en divisas más seguras y de bajo rendimiento para invertir en monedas de mayor riesgo.
"El carry trade puede estar de vuelta, pero en lugares donde los rendimientos probablemente suban y donde haya más valor, como Canadá, Escandinavia o incluso el euro", explicó Adrian Schmidt, analista de moneda de Lloyds Banking Group.
El euro subió un 0,2% a US$1.4220 tras haber tocado US$1.42405 en EBS, un máximo de cuatro meses y medio. La expectativa de que el Banco Central Europeo subirá las tasas de interés el próximo mes ha respaldado al euro.
El dólar cayó a 75,340 contra una cesta de monedas, el menor nivel desde diciembre del 2009, afectado por la política monetaria expansiva de la Reserva Federal.