Tras una mañana floja, las bolsas del país terminaron en alza, aunque seguían mostrando profundos descensos desde el inicio del año.
El yuan de China cayó este jueves a pesar de los esfuerzos de las autoridades, debido a que el pesimismo en los mercados globales contrarrestó las señales de que la economía de China no se estaría debilitando tan rápido como algunos inversores temían.
Tras una mañana floja, las bolsas del país terminaron en alza, aunque seguían mostrando profundos descensos desde el inicio del año, ubicándose apenas por encima del mínimo al que bajaron en el verano boreal pasado, que para algunos es el nivel que están defendiendo los funcionarios el Pekín.
Un comienzo turbulento del 2016, con caídas de los mercados bursátiles y cambiario, generó preocupaciones de que las autoridades estuviesen perdiendo el control de su política económica, justo en momentos en que el país registraría su menor tasa de crecimiento en 25 años.
El banco central de China fijó un punto medio de cotización del yuan más firme, en una señal de su determinación por no ceder a las expectativas de una depreciación sostenida de una moneda que ha perdido un 5% de su valor frente al dólar desde agosto. La divisa, sin embargo, cayó durante el día.
Operadores dijeron que la liquidez del yuan en el exterior había sido muy ajustada anteriormente en la semana debido a las compras de bancos estatales, que actuaron a instancias del banco central, lo que hizo subir las tasas de crédito "overnight" en Hong Kong a máximos, encareciendo las apuestas contra la moneda.
El Banco Popular de China fijó el jueves el punto medio de cotización del yuan en 6,5616 unidades por dólar, frente a la fijación anterior de 6,563 unidades y un valor más fuerte que el cierre de la sesión previa de 6,5743.
El mercado al contado operaba a 6,5884 unidades por dólar por la tarde. La tasa al contado puede operar dentro de un rango de un 2% por sobre o por debajo de la tasa de referencia oficial diaria.
Los mercados de acciones de Asia en general sufrían pérdidas el jueves, golpeados por las profundas bajas en Wall Street en la sesión previa y presionados por un desplome de los precios del petróleo que ha exacerbado las preocupaciones sobre la economía global.
Los principales referenciales bursátiles de China, sin embargo, revirtieron la dirección por la tarde, llevando al índice compuesto de Shanghái de nuevo arriba de la marca de 3.000 con una subida de 2% al cierre.
El CSI300 terminó con una ganancia de 2,1%.
Los índices han perdido entre un 14% y 15% en lo que va del 2016 y no están lejos de sus mínimos de 2015, anotados en agosto tras perder más de 40% desde comienzos de junio.