El ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schaeuble, vio pocas probabilidades de que Estados Unidos aumente su contribución al fondo para ayudar a Europa.
Bruselas. Los ministros de Finanzas de Europa discutirán este lunes sobre los planes para reforzar el arsenal del FMI y no aflojar en su intención de aplicar normas fiscales más estrictas para disipar las dudas respecto a si pueden o no superar la crisis de deuda soberana.
También discutirán en una conferencia telefónica este lunes el borrador de un nuevo "pacto fiscal" de la zona euro, para que pueda estar terminado a fines de enero, afirmaron funcionarios de la Unión Europea (UE).
Luego de que acordaran ofrecer 150.000 millones de euros al Fondo Monetario Internacional (FMI) para elevar su capacidad de combate contra la crisis, las autoridades también considerarán el tamaño de sus préstamos bilaterales individuales al FMI en una conversación que partirá a las 1430 GMT.
Pero hay dudas respecto a este plan. El Bundesbank de Alemania dijo la semana pasada que sólo contribuirá si países que no pertenezcan a la zona euro ni a Europa lo hacen, pero el nivel de compromiso externo no está claro.
El ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schaeuble, vio pocas probabilidades de que Estados Unidos aumente su contribución al fondo para ayudar a Europa.
"Washington no puede poner a disposición del FMI préstamos bilaterales sin la aprobación del Congreso (.) y no hay posibilidad de que eso ocurra y el Gobierno estadounidense siempre ha dejado eso en claro", dijo a una radio alemana.
Aunque se acerca el final de año, no hay descanso para aquellos que tratan de aliviar la presión de los mercados sobre los países más aquejados de la zona euro.
El Banco Central Europeo ofrecerá por primera vez el miércoles fondos a tres años a los bancos, a fin de contrarrestar un congelamiento del préstamo interbancario.
Francia espera que los bancos utilicen el dinero para comprar bonos de la zona euro, pero el italiano Unicredit dijo la semana pasada que ello "no sería lógico" para los bancos que deben reducir riesgos y reconstruir su capital.
Pese a que los nuevos gobiernos en Grecia, Italia y España redoblan sus esfuerzos de austeridad, la respuesta de los mercados a las medidas acordadas en una cumbre de la UE el 9 de diciembre ha sido fría, principalmente por la renuencia del BCE a aumentar sus compras de bonos de la zona euro.
Como resultado, la agencia calificadora Fitch concluyó el viernes que una "solución comprehensiva" a la crisis estaba técnica y políticamente fuera de alcance. También advirtió que seis economías del bloque del euro, incluyendo a Italia y España, podrían ser afectadas por rebajas crediticias en el futuro próximo.
Standard & Poor's ha dicho que pronto podría rebajar a casi todos los 17 miembros de la zona euro.
Durante una ceremonia en Roma, el presidente italiano Giorgio Napolitano llamó a un "fortalecimiento de los aún insuficientes cortafuegos necesarios para defender la deuda soberana y salvar a la divisa única".
El presidente del BCE, Mario Draghi, hablará ante el Parlamento Europeo a las 1530 GMT.
Draghi dijo al diario The Financial Times que el BCE no podía empezar a imprimir billetes y no dio señales de compras más agresivas de bonos emitidos por gobiernos de la zona euro.
Los líderes de la zona euro acordaron el 9 de diciembre agregar a sus constituciones nacionales una ley que indica que los presupuestos deben estar equilibrados o con superávit en términos estructurales. De lo contrario, se aplicarán medidas correctivas automáticas.
Esas normas limitarían fuertemente el endeudamiento de los gobiernos, haciendo bajar el nivel de deuda y ayudando a restablecer la confianza de los mercados en la sostenibilidad de las finanzas públicas, como esperan los políticos de la zona euro.