Londres. La zona euro quedó sumergida en su segunda recesión desde el 2009, según indicó el jueves un sondeo de Reuters, debido a que la crisis de deuda que ha asediado al continente por más de dos años sigue paralizando el crecimiento.
Una serie de datos pesimistas llevó a economistas a revisar las previsiones a la baja y sin un final a la vista para la crisis de deuda, ahora existen más probabilidades de que el Banco Central Europeo (BCE) recorte todavía más sus tasas desde su actual mínimo histórico.
La economía del bloque de 17 países se contrajo un 0,3% el último trimestre y retrocederá un 0,1% durante el actual periodo, según medianas de previsiones en el sondeo a 34 economistas realizado esta semana, con lo que se cumple con la definición técnica de una recesión.
"Hemos visto a partir de los indicadores que el ambiente se deteriora", dijo Uwe Duerkop de Landesbank Berlin, quien ve dos trimestres de contracción y un término de año plano.
"La pregunta es cuánto durará la recesión, tenemos una posibilidad de volver al crecimiento positivo a fines de año, pero si la crisis política se mantiene sin decisiones importantes, hay un riesgo de que la recesión sea más larga", agregó.
La crisis de deuda comenzó en Grecia más de 2 años y medio atrás y Atenas sigue buscando unos 12.000 millones de euros en recortes de austeridad exigidos por los acreedores del país, al borde de la bancarrota, tras un acuerdo tomado con evasivas en una ronda inicial de conversaciones el miércoles.
El mes pasado, Chipre se convirtió en el quinto miembro que solicita ayuda financiera luego de Grecia, Irlanda, Portugal y España.
Sondeos de Reuters publicados el jueves mostraron que los pronósticos recortados en general y el crecimiento global son estimados en un 3,2% este año y un 3,7% el próximo.
La cifra es más débil que la estimación de un 3,9% de expansión mundial estipulada el lunes por el Fondo Monetario Internacional (FMI) para el año próximo.
Alemania, la mayor economía de Europa y motor detrás del crecimiento del bloque, es el único país que tiene algo positivo
que esperar de sus colegas del G-7, ya que los economistas mejoraron sus pronósticos de crecimiento para el 2012.
En la vecina Francia, el pronóstico gubernamental de un 1,2% de crecimiento en el 2013 está muy fuera de alcance gracias a la crisis, lo que eleva el riesgo de que París pueda abandonar su meta de recortar el déficit.
Las tasas de interés fueron recortadas en 25 puntos básicos a un mínimo histórico de 0,75 por ciento este mes por parte del Banco Central Europeo, como respuesta al empeoramiento de la economía.
Las medianas en el sondeo no estiman que el banco vuelva a recortar pero casi la mitad, 28 de 71, dijeron que rebajaría unos 25 puntos base más en los próximos dos meses. Sólo 16 de 52 encuestados dijo que habría un corte durante un sondeo del 5 de julio.
"Uno se preguntaría si sería una gran diferencia, sería mucho más importante su capacidad y voluntad de aumentar su hoja de balance, si tuviéramos una operación adicional de financiamiento a bajo costo a tres años, eso ayudaría", dijo Mark Wall del Deutsche Bank.
La inflación, que tocó un 2,4 por ciento en junio, bajará en los próximos trimestres, según el sondeo, y caerá por debajo de la meta del 2,0 por ciento máximo del BCE a inicios del próximo año, dándole espacio para maniobrar.
La alicaída economía se contraerá un 0,4 por ciento este año y crecerá apenas un 0,6 por ciento en el 2013. La previsión para este año se ha mantenido sin cambios en los últimos tres sondeos, pero el pronóstico del 2013 fue revisado a la baja desde el 0,8 por ciento.
Esta semana, el FMI pronosticó una contracción del 0,3 por ciento este año y un crecimiento del 0,7 por ciento el próximo.
Una preocupación para las autoridades es que el desempleo llegó a un nuevo récord de 11,1 por ciento en mayo y sólo un tercio de los economistas consultados ven que volverá a caer por debajo de ese nivel antes de fines del 2013.
En cambio, trepará en los próximos trimestres hasta llegar al 11,5 por ciento en la primera mitad del próximo año, según la más alta de las medianas de pronósticos desde el inicio del sondeo.