El Fondo Monetario Internacional estima que luego de dos años, un recorte de 1% del PIB en el déficit presupuestario reduce la producción económica en medio punto porcentual y eleva el desempleo en un tercio de punto.
Washington. Buena parte de las economías más avanzadas del mundo han hecho votos de frugalidad para el 2011 mientras que los mercados emergentes de rápido crecimiento corren el riesgo de sobrecalentarse. La economía global debe enfrentar ambas fuerzas para mantener las expectativas de crecimiento.
La compañía de diccionarios Merriam-Webster calificó la palabra "austeridad" como la número uno del año 2010 porque un enorme número de personas buscó su definición en la página web de la compañía después que explotaron los problemas de deuda en Europa (Y no fue la primera vez que la economía global ocupa un prominente lugar en esta clasificación. Hace dos años, la palabra más buscada fue "rescate").
Muchas de estas promesas de austeridad estarán vigentes a partir del próximo año. Portugal ha propuesto un recorte del 5% en los salarios de empleados públicos, el Parlamento español aprobó un presupuesto que incluye una reducción del 7,9% en el gasto público. Irlanda planea recortar 4.000 millones de euros en gastos.
Estas medidas presupuestarias son parte de las razones por las cuales los economistas consultados por Reuters piensan que la economía de la zona euro se desacelerará a una tasa del 1,5% el próximo año, una ligera baja desde el ya lento ritmo de crecimiento del 2010, del 1,7%.
El riesgo es que una ronda sincronizada de restricción fiscal coloque una carga más pesada que la anticipada sobre el crecimiento.
El Fondo Monetario Internacional estima que luego de dos años, un recorte del 1% del PIB en el déficit presupuestario reduce la producción económica en medio punto porcentual y eleva el desempleo en un tercio de un punto.
Estados Unidos enfrenta su propia lucha de austeridad cuando los republicanos en el Congreso presionen por recortes de gasto. La economía estadounidense se ve de alguna manera más sólida que la de Europa en el 2011, aunque aún está bastante lejos de lo que se necesita para reparar el mercado laboral.
Sung Won Sohn, economista de la Universidad del Estado de California, dijo que espera un crecimiento del 3% el próximo año, pero que la escasez de empleos sigue siendo el "talón de Aquiles" de la economía.
Sohn, quien es también vicedirector de la cadena de tiendas minoristas Forever 21, dijo que el deterioro del mercado laboral podría restringir el gasto del consumidor el próximo año pese a una sorprendentemente fuerte temporada de compras navideñas.
"Los consumidores estadounidenses quieren ahorrar más, pagar sus deudas y poner sus finanzas personales en mejor forma", dijo. "Mientras los consumidores se mantengan en modalidad de cautela, en parte por el opaco panorama laboral, es difícil tener un crecimiento económico saludable".
Adios G-7, hola G-20. No es un secreto que los mercados emergentes están creciendo mucho más rápido que las economías avanzadas. El FMI proyecta que los mercados emergentes crecerán un 6,4% en próximo año, casi tres veces la tasa de las naciones desarrolladas.
En general, el FMI espera un crecimiento global del 4,2% el próximo año, que sería un paso atrás frente al 2010 pero bien por encima de las tasas golpeadas por la recesión en los dos años previos.
Un fuerte desempeño de China, Brasil e India ha fortalecido el comercio global, ayudando a apuntalar el crecimiento en Estados Unidos, Europa y Japón.
"Adiós G-7 y hola G-20", dijo Andreas Utermann, funcionario jefe de inversiones de la firma de fondos RCM, al referirse al Grupo de Siete economías desarrolladas y el más amplio club del G-20 de las economías ricas y las emergentes.
Estas divergentes tasas de crecimiento han fomentado otra preocupante zona de abundancia y hambruna: los precios de las materias primas. El precio del petróleo se acercó a los tres dígitos la semana pasada y los precios de los alimentos también van en aumento, en parte debido a la fuerte demanda de los mercados emergentes.
China ha emprendido pasos para tratar de enfriar su inflación sin tener que echar muchos baldes de agua fría a la amplia economía. El sábado pasado elevó las tasas de interés, su segunda alza en sólo dos meses, intensificando su batalla para controlar una alta y persistente inflación.
En Estados Unidos, sin embargo, la Reserva Federal aún ve a la deflación con una amenaza mayor que la inflación y recientemente se comprometió nuevamente a comprar US$600.000 millones para tratar de impulsar un crecimiento económico más fuerte.
La Fed tradicionalmente se centra en la inflación "subyacente" que excluye los precios volátiles de alimentos y de la energía, pero los consumidores comen y conducen automóviles, por lo que deben presupuestar costos más altos. Si esos precios siguen subiendo, eso podría estancar el gasto.
Los esfuerzos de la Fed para luchar contra la deflación generaron críticas en casa y en el exterior de que desatarían una potencial ola inflacionaria de dinero barato en la economía del mundo, sin hacer mucho para impulsar el crecimiento de Estados Unidos o reducir el desempleo.
Utermann de RCM dijo que el programa de la Fed podría llevar a "decisiones de inversiones nada óptimas", que más bien puedan crear peligrosas burbujas de precios en todos lados.
"Necesitamos estar pendientes de señales de creación de burbujas (...) en materias primas, mercados inmobiliarios emergentes o deuda (gubernamental) a largo plazo. Y prepararnos para la continuación de condiciones muy volátiles en los mercados de capital".