Se teme que una extendida contracción de la tercera economía del mundo genere una recesión de dos o tres trimestres. Ya han desaparecido miles de millones de dólares del mercado bursátil, y un alza del yen amenaza a los exportadores.
Tokio. Los líderes financieros de los países más ricos del mundo sostendrán conversaciones el viernes en aras de calmar a los mercados globales, nerviosos por la emergencia nuclear en Japón y su eventual impacto sobre la frágil recuperación económica mundial.
La alarma por el extenso desastre en Japón consecuencia del terremoto y posterior tsunami de la semana pasada ha estremecido a los mercados del globo, golpeando severamente a las acciones y otros activos de alto riesgo, como las materias primas, llevando a los inquietos inversores a protegerse en la seguridad de la deuda gubernamental.
El yen se disparó en medio del desorden del mercado a un máximo récord contra el dólar por la especulación de que Japón repatriará miles de millones de dólares en fondos en el extranjero para costear la enorme reconstrucción, que se espera sea mucho más cara de la que ocasionó el terremoto de Kobe en 1995.
"Creo que la economía mundial va a ir para abajo y ha ocurrido en un momento en que los mercados financieros todavía están frágiles", comentó un banquero central de uno de los países industrializados que integran el Grupo de los Siete (G-7) que pidió no ser identificado.
Estos comentarios son testimonio del grado de preocupación que existe entre las principales autoridades económicas por el potencial impacto del triple desastre de Japón y, en particular, su carrera contra el tiempo para evitar una fusión en un reactor nuclear.
Los ministros de Finanzas y banqueros centrales del G-7 sostendrán una conferencia telefónica a eso de las 2200 GMT del jueves (7.00 hora local del viernes en Tokio).
El ministro de Finanzas de Japón, Yoshihiko Noda, dijo que los mercados financieros se preparaban para una potencial intervención cambiaria tras el avance del yen.
"No creo que los mercados de acciones y de divisas estén en un estado de agitación", dijo el ministro de Economía japonés, Kaoru Yosano, en una entrevista con Reuters.
"Nos gustaría conseguir apoyo sicológico del G-7", agregó.
El triple desastre, sin precedentes para una economía desarrollada, está ya poniendo obstáculos a la industria manufacturera global.
Cadena de suministro. Los fabricantes de equipos para teléfonos móviles, automotrices y de chips han advertido de restricciones en sus negocios debido al rol crucial de Japón en muchas cadenas de suministro que tienen al comercio global funcionando lentamente.
El sector tecnológico sintió el impacto inmediato tras el sismo de viernes, dado que Japón fabrica cerca de un quinto de los semiconductores del mundo.
Los precios de los chips de memoria flash NAND, usados en varios aparatos electrónicos, se dispararon un 20% el lunes.
El jueves, el conglomerado electrónico Toshiba Corp dijo que una línea de ensamblaje que produce pantallas LCD, teléfonos inteligentes y otros aparatos será cerrada por un mes para reparar maquinaria dañada con el terremoto.
Economistas temen que una extendida contracción de la tercera economía del mundo genere una recesión de dos o tres trimestres. Ya han desaparecido miles de millones de dólares del mercado bursátil, un alza del yen amenaza a los exportadores y hay un desabastecimiento eléctrico que podría durar meses.
La economía se recuperó rápidamente del terremoto de Kobe. La producción industrial cayó por un mes pero la economía general continuó creciendo.
"El costo económico del desastre será grande. Han habido sustanciales pérdidas de recursos económicos y la actividad económica será obstaculizada por los daños de infraestructura en las semanas y meses futuros", dijeron economistas de JP Morgan.
El efecto sobre el crecimiento económico global podría ser más limitado. BNP Paribas estima que el desastre recortará un 3% del PIB proyectado para Japón de este año, dijo Paul Mortimer-Lee, jefe de economía de mercado, lo que representa sólo un 0,2% de la producción mundial.
El diálogo del G-7 abordará el impacto de la crisis sobre el crecimiento económico, la producción energética, la cadena de suministro y los mercados financieros, dijo una fuente del gobierno francés el miércoles.