El resultado del IBGE pone en evidencia la debilidad del sector de servicios, el cual muestra una gran volatilidad desde la huelga de camioneros que paralizó el país y provocó una contracción de un 3,4%.
Rio de Janeiro.- El sector de servicios en Brasil, que responde a cerca de 70% del Producto Interno Bruto (PIB), disminuyó un 2,2% en julio frente a junio, el peor resultado para el mes desde 2011, informó el estatal Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE).
El resultado del IBGE pone en evidencia la debilidad del sector de servicios, el cual muestra una gran volatilidad desde la huelga de camioneros a finales de mayo que paralizó el país y provocó una contracción de un 3,4%, aunque se recuperó al subir un 4,8% en junio.
En comparación con julio de 2017, el sector de servicios bajó un 0,3%, la tercera tasa negativa en los últimos siete meses.
En el acumulado del año hasta julio, la actividad se redujo un 0,8%, la menor tasa para el período desde 2015, mientras que en los últimos 12 meses hasta julio, los servicios brasileños bajaron un 1%.
La disminución del sector se suma a las registradas por la industria y el comercio, que iniciaron el tercer trimestre del año en descenso, lo que evidencia la lenta recuperación de la economía brasileña.
En julio, la producción industrial cayó un 0,2%, tras la fuerte expansión registrada en junio.
Con el resultado de julio, el nivel del sector de servicios se encuentra un 12,9% por debajo del de enero de 2014, cuando alcanzó su mayor nivel.
Cuatro de los cinco segmentos analizados se contrajeron de junio a julio, liderados por transportes, servicios auxiliares y correos, con una baja de 4%.
Disminuyeron también otros servicios (3,2%); servicios de la información y comunicación (2,2%); y servicios profesionales y administrativos (1,1%).
El único rubro que subió fue el de servicios prestados a las familias, que en julio se expandió un 3,1% en comparación con junio.
El resultado de julio muestra las dificultades que tiene la economía brasileña para salir de la recesión sufrida entre 2015 y 2016, la peor de su historia.
La mayor economía de América Latina logró sin embargo expandirse un 1% en 2017.
Persiste, no obstante, un alto desempleo que llega a los 13 millones de personas y que frena el consumo interno, lo que dificulta un mayor crecimiento económico.
Para el presente año, la previsión inicial del gobierno y del mercado financiero era que el PIB de Brasil aumentara cerca del 3%, aunque actualmente las proyecciones son de alrededor del 1,5%.