En términos porcentuales la IED se elevó 16,4% al término del noveno mes. El incremento en la inversión extranjera se explica por la estabilidad y el crecimiento económico mostrado por la mayoría de los países de la región.
Una importante recuperación ha registrado en 2010, la inversión extranjera directa (IED) en América Latina y el Caribe, respecto de lo sucedido durante el 2009.
De acuerdo a las cifras entregadas este viernes por la Cepal, la IED de once economías de la región se incrementó 16,4% durante el primer semestre de 2010, en relación a igual período del año anterior. El aumento fue de más de US$7.000 millones, al pasar de US$ 43.241 millones en 2009 a US$ 50.345 en el presente ejercicio.
Asimismo, los países de América Latina y el Caribe han mostrado un fuerte dinamismo en sus inversiones en el exterior, pasando de US$5.453 millones en el primer semestre de 2009 a US$20.796 millones en igual período del presente año.
El incremento en la inversión extranjera, se explica en primer lugar por la estabilidad y crecimiento económico mostrado por la mayoría de los países de la región. En el caso de Sudamérica, los altos precios de las materias primas han seguido estimulando la IED en minería e hidrocarburos. A esto se suman la recuperación del comercio mundial y las mejores perspectivas en los mercados financieros internacionales.
En 2010, México muestra una recuperación importante como receptor de IED, al igual que Chile y Perú. En Centroamérica, Costa Rica y Panamá –los dos principales receptores en la subregión- también experimentaron un repunte respecto de 2009.
En el primer semestre del presente ejercicio, Brasil continuó como el mayor receptor de inversiones de la región, con US$17.130 millones. Esto se explica en gran medida por el alto interés que existe por invertir en el país, ya sea en actividades tradicionales como en sectores emergentes (prospección petrolera y fabricación de etanol), y por la repatriaciones que realizan las subsidiarias brasileñas de empresas transnacionales por concepto de préstamos con sus casas matrices.