Las inversiones en el sector sumaron en los últimos tres años alrededor de US$7.000 millones, precisó el ministro de Energía chileno Andrés Rebolledo.
Las inversiones concretadas en Chile en obras de generación e infraestructura energética sumaron en los últimos tres años alrededor de US$7.000 millones, en particular en el desarrollo de fuentes renovables, y a esa cifra se le podrán sumar otros US$11.000 millones en el 2021, afirmó el ministro de Energía del vecino país, Andrés Rebolledo. "En los últimos dos años el sector de la energía es líder en materia de inversiones en Chile, con un acumulado de US$7.000 millones en los últimos tres años", afirmó Rebolledo en declaraciones a Télam en oportunidad de ratificar el interés de su país por profundizar la integración energética con la Argentina y la firme de un inminente swap de gas y electricidad.
El desarrollo de un "plan radical de energía" junto con el ciclo minero con precios a la baja, "llevó a que el sector energético haya sobrepasado a la minería chilena en materia de inversiones", aseguró Rebolledo al estimar que "la proyección de inversiones al 2021 se eleva en US$11.000 millones, además de los US$7.000 millones registrados en los últimos tres años". El incremento de las inversiones en generación e infraestructura energética estuvo acompañado de cambios en la regulación de los distintos mercados, la aprobación de leyes y normativas y la incorporación de una mayor competencia de actores privados.
"Se han dado un conjunto de factores que permitieron que los precios de los últimos tres años bajaran un 60%, que se hayan multiplicado la presencia de empresas locales e internacionales y al mismo tiempo se haya empezado a diversificar la matriz energética con la incorporación de las energías renovables", explicó. El vecino país viene registrando en su región norte un fuerte desarrollo de proyectos de energías renovables, en particular los asociados con la tecnología solar, lo que estiman permitirá contar en el futuro con un excedente que pueda ser exportado a Argentina, Bolivia y Perú, mediante los respectivos procesos de integración energética.